El 28 de julio de 2015 fue uno de los días más tristes que se recuerdan en la historia del fútbol santafesino, ya que como consecuencia de un accidente de tránsito en la autopista Santa Fe-Rosario, a la altura de Coronda, perdió la vida Diego Barisone.

El defensor se conducía rumbo a Buenos Aires, ya que debía sumarse a los entrenamientos de Lanús, equipo que por aquel entonces dirigía Guillermo Barros Schelotto y Bari era uno de los titulares indiscutidos.

Su partida unió a todos los santafesinos, hinchas de Unión y Colón. Incluso la dirigencia sabalera decidió homenajear a Barisone dibujando un listón en el centro del campo de juego del estadio Brigadier López.

Sus compañeros y amigos lo recuerdan aún hoy, con mensajes en las redes sociales o llevando remeras alusivas al cariño que le tenían, como en varias oportunidades se lo pudo observar al paraguayo Gustavo Gómez, con quien compartía la defensa del Granate.

Barisone será recordado por siempre por todo el mundo del fútbol, por su calidad como jugador pero sobre todo como don de gente, ya que se cansó de cosechar amigos, esos que aún hoy sienten un profundo dolor por su irreparable pérdida.