Siameses fueron separados por médicos entrenados con realidad virtual
Los niños de 3 años son de Brasil y fueron intervenidos en Londres. La cirugía final demandó 27 horas y 100 profesionales.
Se estima que en el mundo, uno de cada 60 mil niños nacidos vivos son siameses, es decir gemelos que se encuentran unidos por alguna parte del cuerpo. Se trata, de esta forma, de una condición rara. Pero aún más rara es la posibilidad de que una pareja de hermanos nazca unida por la cabeza. Son apenas el 5% del total de siameses, según estiman los especialistas.
A esto se le suma la escasa posibilidad de que estos niños logren sobrevivir más de un mes después de su nacimiento. De acuerdo con esas cifras, cada año nacen en el mundo 50 pares de gemelos craneópagos. De ellos, se cree que solo 15 viven más allá de los 30 días.
Estas estadísticas hacen especial el éxito científico de la separación de los gemelos brasileños Bernardo y Arthur Lima, de tres años de edad. Pero algo más ha sido particular en las numerosas cirugías efectuadas, hasta el resultado final, ya que, por un lado, fueron los gemelos más grandes de edad que lograron ser separados y, además, la última de las intervenciones se llevó a cabo luego de un entrenamiento realizado por los médicos intervinientes a través de realidad virtual, lo que redujo en gran medida la posibilidad de error cuando se llevó a cabo el procedimiento en los niños. Los médicos dijeron también que ha sido la cirugía más compleja en su tipo jamás efectuada.
Bernardo y Arthur fueron sometidos a un total de 7 operaciones. Sólo las dos últimas cirugías demandaron a los médicos 33 horas de trabajo en quirófano, la última de las cuales implicó 27 horas con la participación de 100 profesionales de la salud.
Previamente, los cirujanos pasaron varios meses probando técnicas mediante el uso de realidad virtual antes de comenzar con los procedimientos reales.
La cirugía fue dirigida Noor ul Owase Jeelani, un neurocirujano pediátrico británico de origen indio, del Great Ormond Street Hospital, de Londres; y el médico brasileño Gabriel Mufarrej, jefe de cirugía pediátrica del Instituto Estadual do Cerebro Paulo Niemeyer de Río de Janeiro. En este último centro de salud fue donde comenzó la asistencia de los niños Lima.
El caso de los gemelos tuvo una gran cuota de dramatismo, porque los médicos en un primer momento pensaron que la separación no sería posible, ya que los niños compartían venas vitales del cerebro. Por ese motivo se convirtió en la separación más compleja realizada hasta el momento.
La operación fue realizada a través de la organización benéfica británica Gemini Untwined, que dirige Jeelani, y que ha realizado desde 2006, seis separaciones de gemelos craneópagos.
Los crujanos en Londres y Río de Janeiro pasaron varios meses probando técnicas utilizando proyecciones de realidad virtual de los gemelos basadas en tomografías computarizadas y resonancias magnéticas. Los cirujanos usaron auriculares de realidad virtual y operaron juntos en la misma “sala de realidad virtual”, lo que les permitió superar dudas y temores sobre el procedimiento real.
“Es simplemente maravilloso, es realmente grandioso ver la anatomía y hacer la cirugía antes de poner a los niños en riesgo”, explicó Jeelani. “Puedes imaginar lo tranquilizador que es eso para los cirujanos. De alguna manera, estas operaciones se consideran las más difíciles de nuestro tiempo, y hacerlo en la realidad virtual fue realmente algo del hombre en Marte”, ejemplificó.
Jeelani, que realiza hasta 300 procedimientos neuroquirúrgicos y craneofaciales cada año, dijo que estaba “absolutamente destrozado” después de la operación final de 27 horas, durante la cual solo tomó cuatro descansos de 15 minutos para comer y beber. Los médicos ya sabían que debían dividir vasos sanguíneos vitales, pero se encontraron durante la intervención con la presencia de tejido cicatricial de intentos fallidos anteriores de separar a los gemelos.
El doctor Mufarrej aseguró que la cirugía cambiará la vida de los gemelos. Además, los médicos informaron que los niños se están recuperando bien y explicaron que, en un primer momento, tras la operación, la presión arterial y la frecuencia cardíaca “se dispararon”, pero pudieron estabilizarlos. Jeelani señaló que la alteración de esos parámetros es normal en los momentos posteriores a este tipo de cirugías y señaló que los gemelos mejoraron cuando se reunieron luego de 4 días y se tocaron las manos por primera vez. Por la posición, nunca habían entrelazado sus manos.