Este es el coche futurista pensado para deliverys
Su diseñador ha presentado este concepto en un concurso y podrá convertirse en realidad si su novedosa idea consigue ser la elegida.
La industria automovilística vive una nueva era innovadora donde las marcas buscan nuevos diseños con los que reinventarse y la ciencia les acompaña trabajando en energías más limpias, también en España, y materiales para proteger el vehículo del clima. Dentro de ese frenesí innovador surgen conceptos futuristas como el PIX L7, modelo capaz de transformarse ante diferentes situaciones.
Como repartidor dentro de la ciudad o transportista de cargas voluminosas; en modo biplaza o versionado en furgoneta, el diseñador Artem Smirnov ha creado, a partir de este concepto inspirado en los buzzy y bautizado como PIX L7, toda una flota de vehículos adaptables.
"La industria automotriz atraviesa actualmente un período de revolución simbolizado por la inteligencia, la electrificación y el IoT, lo que nos brinda la oportunidad de sumergirnos en el pasado y el futuro de esta industria." explica su creador. El PIX L7 se ha presentado a un concurso de diseño automotriz.
Para mercancías
Se trata de un vehículo biplaza de inspiración futurista que esconde en su forma triangular una amplia variedad de posibilidades. Pasa de ser un simple coche para hacer viajes urbanos de corta distancia con un acompañante a transformarse en una pieza de transporte de mercancías.
Su diseñador no especifica la tecnología que integraría el vehículo conceptual, pero por su descripción inicial, se da a entender que un coche futurista como este se volcaría en un método de movilidad limpia como puede ser el uso de un sistema de baterías eléctricas o unas celdas de combustible de hidrógeno. Smirnov menciona también la inteligencia artificial en la que se está invirtiendo para crear coches más autónomos, pero en sus diseños no descarta el volante para seguir dando el control al ser humano.
El concepto recupera la imagen de los coches buggy en un estilo más urbano. El mismo look sirve para crear otros vehículos de mayor tamaño como furgonetas o pequeños autobuses que expande el espacio trasero, manteniendo un frontal similar al modelo biplaza.
A lo largo de su perfil, el parabrisas queda enmarcado por unas barandillas cuyo objetivo podría ser que los pasajeros salieran del interior con más facilidad. También cuenta con luces antiniebla en la parte frontal.