El actor Tom Holland le dice adiós a las redes sociales
Un estudio inglés comprobó que una semana sin utilizarlas mejora los niveles de ansiedad y depresión.
Los smartphones ya parecen una extensión de la mano. Adonde vamos, la gente está con sus celulares, pendientes de las redes sociales y de todos los contenidos disponibles en la web, los propios y ajenos. Sin embargo, esa dependencia virtual puede tener un impacto nocivo en la salud mental.
Tom Holland, el protagonista de Spider-Man, anunció este fin de semana que se alejará de las redes sociales porque descubrió que podían ser “perjudiciales” para su salud mental. “Instagram y Twitter son sobreestimulantes y abrumadores”, acusó el actor.
Y añadió: “Cuando leo cosas sobre mí en línea me siento atrapado y entro en una espiral y, en última instancia, son perjudiciales para mi estado mental. Por eso decidí dar un paso atrás y eliminar la aplicación”.
El británico, de 26 años, se unió así a la decisión que ya tomaron muchos famosos, como Selena Gomez y Camila Cabello, que habían expresado abiertamente cómo algunas plataformas -como Twitter o Instagram- pueden afectar la psiquis y alterar las emociones.
Un informe del Prince’s Trust del Education Policy Institute, que apoya a los jóvenes en Reino Unido, encontró que la salud mental, el bienestar y la autoestima de los adolescentes estaban siendo dañados por el uso intensivo de las redes sociales.
¿Afectan las redes sociales la salud mental de niños y adolescentes?
El uso excesivo de redes sociales está relacionado con un incremento en las tasas de ansiedad y depresión, trastornos del sueño, y problemas de autoimagen. El ciberbullying (o acoso cibernético) es un problema creciente: 7 de cada 10 jóvenes afirman haberlo experimentado.
Según un informe titulado “Status Of Mind, examining the positive and negative effects of social media on young people’s health” (Estado de la Mente, examinando los efectos positivos y negativos de las redes sociales sobre la salud de los adolescentes) -publicado por la Royal Society for Public Health y el Young Health Movement-, las redes sociales y las aplicaciones digitales de interacción mutua generan un aumento en relación a las patologías de salud mental.
Los autores de la investigación señalaron que el uso de estas plataformas se ha transformado en “una parte integral de la vida de muchas personas, conectándolas a nivel mundial con amigos, familiares y desconocidos. Es más, los jóvenes son la generación digital de nuestra era, ya que ellos suelen interactuar con más frecuencia y conocimiento en estas áreas”.
Sin embargo, el estudio evidenció que el uso excesivo de las redes sociales también tiene un impacto negativo en la salud mental de los más jóvenes. Al respecto, la investigación arrojó que:
El 91% de los jóvenes de 16 a 24 años usa Internet para acceder a las redes sociales.
Se estima que la adicción a las redes sociales afecta a un 5% de los jóvenes, considerándose estos medios más adictivos que los cigarrillos y el alcohol.
Las tasas de ansiedad y depresión en los jóvenes han aumentado un 70% en los últimos 25 años. Y el uso de redes sociales está relacionado con un incremento de esos trastornos, junto con problemas del sueño y de autoimagen.
El ciberbullying o acoso cibernético es un problema creciente: 7 de cada 10 jóvenes afirman haberlo experimentado.
Miedo a ser ignorado, caracterizado por la necesidad de estar constantemente conectado con las actividades de otras personas, para no “perdérselas”.
Consejos para regular el uso de la tecnología en nuestros hijos
La psicoanalista Adriana Grande (M.N. 58.804) explicó: “Estamos inmersos en una cultura virtual y nuestros hijos son protagonistas de esta nueva era digital. La comunicación es virtual y real. Como adultos y padres, tenemos el comando de nuestras familias, de lo que pasa adentro de las cuatro paredes de nuestra casa y ahí sí podemos actuar”.
Para la especialista, los padres deben cambiar la protesta por la propuesta: “Para proponer tenemos que ser conscientes de que tenemos que aplicar mucha fuerza de convicción para sacarlos de ese lugar adictivo de las redes sociales y los dispositivos móviles. Los adultos tenemos que poder actuar dentro de casa, pero nosotros también debemos dejar el celular a un lado”, advirtió.
La interacción interpersonal con los más jóvenes es para ella fundamental en ese sentido: “Hay que mirarlos y escucharlos, contarles cosas y jugar. Nunca dejarlos de convocar al lugar de encuentro. ¿Qué hacen los padres con toda esa información virtual de las redes sociales? ¿Tenemos poder de acción contra Facebook por ejemplo? No. No obstante, adentro de casa, a esos adolescentes hay que acompañarlos y guiarlos. El chico debe llegar del colegio sabiendo que hay oídos para escucharlos, abrazos para darles, etcétera. Es necesario fortalecer los vínculos adentro del hogar para prevenir, entre tantas cosas, la adicción tecnológica”, concluyó.