Interpol busca a cuatro integrantes de la secta de Villa Crespo

Con actividades vinculadas en los Estados Unidos, la “Escuela de Yoga” mantenía una red de lavado de dinero y planificaban nuevas compras de inmuebles para extenderse.

El escándalo ya quedó planteado, pero ahora trascendió que cuatro integrantes de la secta de Villa Crespo son buscados por Interpol en los Estados Unidos.

La investigación que se lleva a cabo por estas horas marca que la secta denominada “Escuela de Yoga”, liderada por Juan Percowicz, de 84 años, había evolucionado de tal manera que hasta logró sentar bases en el país norteamericano.

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La influencia de la secta

Tres ciudades del país del norte se vieron involucradas en el lavado de dinero de la secta: Nueva York, Las Vegas y Chicago.

Mediante filiales que estaban destinadas a la difusión de las actividades que se llevaban a cabo en la Argentina, captaban adeptos que eran enviados directamente para realizarles las “curas de sueño” en la “clínica” CMI Abasto.

A través de “BAYS” (Buenos Aires Yoga School, por sus siglas en inglés), la “Escuela de Yoga” logró infiltrarse cooptando nuevos inversores montando un circuito económico, de tal manera de poder ingresar al mercado formal el dinero obtenido por el lavado.

“Acciones de venta” era una de las formas de promocionar la asociación ilícita, con lo que atraían a diferentes personas que participaban de las actividades.

Con la compra de inmuebles también ponían en circulación el dinero ilegal. Eran asesorados por miembros que residen en los Estados Unidos, los cuales son: Pablo Sinigaglia, Verónica Ángela “Loia” Iácono, María Beatriz “Bugi” Bugari y Gabriel Armando Sorkin.

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Las ceremonias

Una de las acciones realizadas, la “cura del sueño” consistía en “empastillar a los fieles”, los cuales eran considerados “pacientes”. Con esto los dormían durante días. Lo llevaban a cabo en diferentes departamentos de la Ciudad de Buenos Aires, identificados como “clínicas” o “consultorios”, pero no estaban registrados de esa manera.

Una de las escuchas telefónicas determinó que a fin de afianzar sus actividades, estaban planeando la compra de un inmueble valuado en U$S1.500.000 en los Estados Unidos.

Otro dato de peso es el “ceremonial”, que consistía en que los “alumnos de la familia BAYF” en Argentina y Estados Unidos, debían pagar una cuota mensual en dinero extranjero.