Luego de un conflicto gremial la Fragata Libertad llegó al Puerto de Buenos Aires
La embarcación estuvo varada casi diez horas cerca de La Plata por un paro de remolcadores.
La Fragata Libertad arribó esta tarde al Apostadero Naval Buenos Aires, para finalizar su viaje de instrucción número 50, aunque con algunas horas de
retraso debido a un conflicto gremial.
La embarcación estuvo varada desde esta mañana a la altura de La Plata, pero no pudo llegar a la Ciudad de Buenos Aires en el horario previsto (alrededor de las 9.00), como consecuencia de un paro de remolcadores portuarios.
La tripulación del navío, que había iniciado el viaje el pasado 30 de abril y recorrió 22.038 millas náuticas, se enteró de la medida del gremio al llegar a La Plata, lo que los obligó a detener su marcha.
Finalmente, la fragata arribó con casi diez horas de retraso a la Dársena Norte, y allí los 326 tripulantes pudieron reencontrarse con sus familias luego de casi cinco meses, lo que duró este viaje de instrucción.
En tanto, y para destrabar el conflicto gremial, el Gobierno nacional había dictado la conciliación obligatoria por 15 días, debido al paro que llevaba adelante el sindicato de remolcadores portuarios y que tenía varada a la Fragata Libertad. Además, se convocó a las partes a una reunión a realizarse el próximo 28 de septiembre a las 10.00 en la sede del Ministerio de Trabajo.
La medida lleva la firma de Gabriela Marcello, directora nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo, y en la misma se intimó a los gremios y a los trabajadores que representan "a dejar sin efecto (...) toda medida de acción directa que estuviesen implementando y/o tuvieran previsto implementar, restando servicios de manera normal y habitual", y también se instó a a las empresas a "abstenerse de tomar represalias de cualquier tipo con el personal".
Como consecuencia de esta intimación de la Justicia, se levantó la medida de fuerza y el buque escuela pudo llegar al Apostadero Naval, acompañado por los barcos remolcadores, indispensables para realizar las distintas tareas de amarre.
En las instalaciones del puerto, familiares y allegados de la tripulación esperaban ansiosos el reencuentro con sus seres queridos, con aplausos, saludos, banderas y pancartas.