La crecida del Río Iguazú, que comenzó entre el jueves y viernes de la semana pasada, no se daba desde hace aproximadamente ocho años. Se produjo en el  marco de, todavía, un escenario de sequía regional. Para el Instituto Nacional del Agua (INA), estas lluvias se esperaban. Sin embargo se estima que las aguas comenzarían a descender en los próximos días y llegarían de forma "achatada" a la zona centro de Santa Fe.

Juan Borus, Subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico del INA, señaló en diálogo con LT10 que "las situaciones de estas crecidas repentinas nos pone en claro que tenemos que estar preparados para grandes cambios y cambios con brusquedad, sobre todo una cosas después de otra, es decir de una temporada de sequía a de repente crecidas de ríos". 

Respecto a los fenómenos de lluvias fuertes en la región del norte del país, Borus sostuvo que "hay posibilidades de que se repitan eventos de lluvias, ya que la humedad está sobre la misma región en la que llovió pero no se está activando y hay una situación de inestabilidad persistente. Sin embargo los pronósticos indican que no tendríamos eventos de la misma magnitud en los próximos días". 

Respecto a la repercusión de la creciente en el noreste, Borus indicó que "es posible que para la altura de Santa Fe, la onda hídrica llegue mansita, muy achatada desde San Javier hacia abajo. El pico que se espera en Santa Fe para el 28 de octubre es de 3.20 mts. Es un número acotado, desearíamos un poco más. Habrá que esperar que pasa más adelante". 

La situación tiende a estabilizarse por lo que el subgerente estimó que "para la primavera, la tendencia indica que deberíamos volver a niveles parecidos a las que tuvimos en la mitad de septiembre". En tanto que "posiblemente para mediados del verano podríamos retorno gradual a la normalidad y quizá el otoño que viene la situación hídrica sea normal", sostuvo el integrante del INA. 

Una situación preocupante

Borus se refirió al fenomeno que la región atraviesa y preocupa por la extensión en el tiempo, en tal sentido expresó que "lo que está pasando en gran parte tiene que ver con "la niña", que se encuentra en lenta desaparición. En principio para mediados del verano la situación climática pasaría a un estado normal". Y agregó "lo que tiene que ocurrir primero es que se normalice el patrón climático, después que los suelos alcancen una condicion hidrico estable y por ende los grandes ríos luego alcanzarán un estado de normalidad". 

Por último enfatizó "el interés está en la mitad sur del litoral donde más falta hace la lluvia. Es mucho más importante las carencias de lluvias en la esta región que la crecida del Iguazú. Para la Argentina es mucho mas relevante la falta de lluvias en la zona nucleo, en la región pampeana, en Entre Ríos, Santa Fe, la cuenca del Salado y Saladillo Setubal donde se están necesitando más lluvias".