Un policía denunció que fue atacado por un espíritu maligno
El uniformado Mauro "Ruso" Reinaldi reveló que fue atacado y se quebró al recordar ese momento.
Un efectivo de la Policía de Entre Ríos denunció que fue atacado por un espíritu maligno en los calabozos de la Jefatura Departamental Gualeguaychú, donde había 13 reclusos, por lo que fue internado en el Hospital de Salud Mental local.
El uniformado Mauro "Ruso" Reinaldi reveló que un ente maligno lo atacó y se quebró al recordar ese momento.
"Así como existe Dios, existe el diablo y puede ser que alguien me odie", sostuvo Reinaldi, quien no descartó que pudo ser víctima de algún hechizo satánico.
El efectivo aseguró que "no volvería bajo ninguna circunstancia a trabajar en ese lugar", y agregó que tras lo ocurrido sufre pesadillas y se levantó "en un temblor".
El policía, de 30 años, quien trabaja desde diciembre del año pasado como celador de los calabozos de los detenidos transitorios en la Jefatura Departamental de Policía de Gualeguaychú, contó que "desde hace un tiempo que se escuchaban ruidos extraños, golpes y gritos de arriba de las celdas".
Reinaldi mencionó que subió la escalera hacia la parte superior, donde hay todos calabozos vacíos.
"Siento como que me agarran desde adentro de una celda y empiezo a forcejear como con una persona toda de negro, encapuchada... Quedé todo rasguñado. Entré en nerviosismo pedí auxilio y socorro, me oriné, esta persona me quería matar, no tenía otra intención, era un ente, no sé cómo llamarlo. La fuerza es impresionante, no me lo podía sacar de encima", indicó la víctima.
Asimismo, añadió: "Me caigo al piso, me toma de las piernas y me vuelve a meter adentro... queriéndome agarrar. Detenidos desde abajo vieron el forcejeo y han visto la sombra en otra oportunidad y en ese momento también".
"No alcancé a ver las uñas, decía te voy a matar, te voy a matar, tenía la voz gruesa y ronca", describió el policía en un relato estremecedor.
El uniformado fue internado en la sala de salud mental del hospital local, donde fue estabilizado, y luego se le dio el alta.
Actualmente, se encuentra con su familia recuperándose, mientras que desde la policía se dispuso realizar un oficio religioso en el sector de celdas.