Todo ocurrió durante la participación de Giuli Ramos, una rosarina que trabaja como manicura y hace maquillaje artístico, mientras estudia Licenciatura en Educación Musical para convertirse ella en la protagonista del show. “Estoy acá para enseñarle a mis hijas que los sueños se cumplen”, dijo la mujer de 30 años, y arrancó con una versión algo tímida de “Oh! darling”, de Los Beatles que no tardó en carburar.

A medida que su voz tomaba potencia, los jurados iban saltando uno a uno de su butaca para tocar el botón y darle su voto de confianza. El panel fue mutando del rojo al amarillo de aprobación, y cuando terminó arrodillada, al borde de las lágrimas y poseída por el crescendo de la balada compuesta por Paul McCartney, ya había conquistado a todos. Sí, también a los huesos duros de roer, como Oscar Mediavilla y Alejandro Paker

Tinelli se acercó aplaudiendo y esperó pacientemente que Giuli se incorporara para estrellarse en un abrazo conmovedor. No había mucho misterio que resolver y después de anunciar oficialmente los cien votos, inició la recorrida de las devoluciones, que con diferentes matices, concluyeron en darle la aprobación.

“Me dejé sorprender, y eso está bueno para un artista. Venías tímida, guardadita y de repente apareció el lobo feroz. Me levanté porque me sorprendiste”, señaló Manuel Wirtz. “Yo vi ese lobo feroz de entrada”, lo contradijo El Tirri. “Entendiste que es un duelo y sacaste todos tus cartuchos”, celebró el Bahiano y destacó la negritud de la voz. “Ni te imaginaste lo que hiciste. Te salió tan espontáneo, que te tiraste de rodillas y por eso te quedaste temblando. Explotaste, y eso es lo que tiene que pasar”, cerró Natalia Cociuffo.

“La peleamos tanto en esto que es el arte y estar acá es un sueño cumplido. Llegar a mi casa y poder contarle a mis hijas que canté en este escenario es algo que no lo puedo pagar con nada”, agradeció Giuli entre lágrimas, pero todavía faltaba más.

Después de destacar el voto positivo de Paker y Mediavilla, Marcelo le dio la palabra a Patricia Sosa. Y la ex La Torre dejó la devolución más emotiva de la noche. “Te escuché decir que en algún momento querías abandonar, o que no te sentías acompañada por lo musical. Pero los dones son para otorgarlos”, señaló la intérprete de “Endúlzame los oídos”, haciendo que las lágrimas volvieron a aflorar en el rostro de la participante.

“Tenemos el único instrumento que no creó el hombre y tenés una misión: tenés que cantar, aunque vivas de otra cosa”, la alentó. Y la invitó a seguir adelante con su sueño. “Otorgá tu don, porque siempre le va a hacer bien a alguien. Sos muy buena”, cerró.