Moody's le recortó la calificación a Portugal
Portugal está otra vez en la mira y despierta nuevos temores en la Eurozona. Ahora Moody's le rebajó la deuda y los intereses de las obligaciones a cinco años se dispararon por encima de 10%. La agencia le recortó un escalón a "Baa1", lo que implica calidad aceptable y "cierta sensibilidad" a un entorno adverso. Y adujo a la creciente incertidumbre política, económica y presupuestaria. Además la calificadora le rebajó el "rating" a largo plazo a "Baa1" desde "A3" y lo situó en revisión para posibles nuevas rebajas.
Moody's dijo, en un comunicado, que la creciente incertidumbre hace más difícil que el Gobierno sea capaz de lograr sus ambiciosos objetivos de reducción del déficit público. Asimismo, indicó que la rebaja se limita a un escalón porque considera que Portugal recibirá asistencia financiera por parte de otros miembros de la zona del euro de forma acelerada antes de que pueda obtener fondos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.
Añadió que el resultado de la revisión y el mantenimiento del nivel de "Baa" dependerá de la capacidad del país de lograr fuentes de financiación sostenibles en el medio plazo y de la capacidad de sus instituciones políticas de mantener la consolidación fiscal y las reformas estructurales. Con este recorte, Moody's se suma a las rebajas en el "rating" de Portugal aprobadas a finales de marzo por las otras dos principales agencias de calificación de riesgo, Standard & Poor's y Fitch, y que dejaron su nota a un sólo peldaño de la consideración de "bono basura".
Entre las razones esgrimidas por Moody's para justificar su decisión, la entidad destacó "la incertidumbre política" derivada de la crisis de gobierno abierta en el país luso tras el rechazo en el Parlamento del último plan de austeridad ideado por el Ejecutivo. Moody's hizo referencia en su análisis a "las implicaciones a medio plazo" de las últimas revisiones del déficit público luso, y que en 2010 cerró finalmente por encima del 7,3 por ciento anunciado en un principio debido a "cuestiones metodológicas" que alteraron los cálculos, según el argumento del Ejecutivo portugués.
La agencia consideró, asimismo, "muy improbable" que el acceso a los mercados mejore tanto para el Estado como para la banca lusa hasta que se conforme un gobierno "capacitado para tomar acciones que despejen las dudas sobre su compromiso para implementar el programa fiscal" que le permita rebajar su déficit público. También mostró su preocupación por el elevado coste que puede suponer para Portugal refinanciar su deuda, y que se está acercando "a niveles insostenibles incluso en el corto plazo". Portugal debe afrontar entre abril y junio el pago de cerca de 9.000 millones de euros por el vencimiento de varias líneas de deuda, unas necesidades de liquidez que le obligan a continuar recurriendo al mercado pese a los elevados intereses con los que penalizan su deuda los inversores.