¿Comer rápido engorda? el rol clave del cerebro
Comer rápido no es que engorde, pero tiene un efecto sobre el cerebro.
Comer rápido no es que engorde, porque depende de las calorías que ingresen. Lo que sí pasa es que, si uno come rápido, es probable que se coma de más porque las hormonas del intestino al cerebro que avisan que ya se comió, tardan 20 minutos en llegar.
Por lo tanto, la señal de saciedad va a llegar 20 minutos después de ingerir los alimentos, si se comió en 10 minutos, van a pasar 10 minutos más que se va a seguir teniendo hambre. Entonces es probable que se sirva otro plato o se termine picoteando.
Es necesario comer lento por como después caen las cosas. Comer rápido puede causar inflamación, gases, dolor de panza.
Claves para ralentizar la alimentación
Comer con alguien que come más lento y copiar la velocidad del otro, tomarse el tiempo para evaluar cuánto se tarda y bajar la velocidad con el tiempo, tomar sorbos de agua, dejar los cubiertos y masticas, no tener distracciones como el celular, la televisión o comer en el trabajo ya que se pierde el registro de lo que la persona comió y por lo tanto el cerebro no detecta que hubo comida.
Lo que se puede hacer es: si comen con alguien que come más lento, copiar la velocidad del otro, tomarse el tiempo para ver cuánto se tarda y bajar la velocidad con el tiempo, tomar un sorbo de agua, dejar los cubiertos y masticar, no tener distracciones porque cuando uno come con el celular, la tele o trabajando se puede comer rápido y no hay registro de que la persona comió, entonces el cerebro no detecta que hubo comida.
Otra manera de ralentizar la alimentación es si la persona vio que comió en 10 minutos y sigue teniendo hambre, en vez de pensar en que no va a repetir, esperar 10 minutos más para que la señal de saciedad llegue. Se puede corregir evitar comer rápido, tiene que ver con una cuestión de impulso, lleva tiempo, pero lo importante es ser constante.
Beneficios de tomarse el tiempo de comer:
Disfrutar más de la comida: al comer más despacio se detectan los sentidos, se le da más importancia al sabor, aromas y texturas, y se toma tiempo necesario de degustar y disfrutar.
Detectar la saciedad: si bien no comemos por hambre real, el comer despacio, ayuda. Al comer rápido es probable que comamos más de lo que necesitamos.
Prevenir malestares gastrointestinales: al comer tan rápido no masticamos bien y tragamos bastante aire, lo que hace que tengamos el abdomen distendido, con inflamación y con dolor. es fundamental masticar bien antes de tragar
Recordá que la alimentación también es salud y hay que darle el tiempo que se merece.