Julieta Poggio relató el suceso que atravesó con una persona que se encontraba detrás de uno de los vidrios espejados de la casa.

Gran Hermano 2022 sumó una nueva polémica a su historial. Sin embargo, en esta ocasión, los participantes no fueron los causantes. El ojo que todo lo ve está vez se encuentra posado sobre la misma producción luego de que una de las jugadoras relatara una suceso que vivió en una de las habitaciones.

La protagonista de esta historia fue Julieta Poggio. Tras la gala del domingo, que tuvo como séptima eliminada de la casa a María Laura Álvarez -conocida por todos como Cata-, la joven dio a conocer un episodio que vivió mientras estaba en uno de los cuartos.

“Es muy loco lo del celular. Te lo juro. Aparte le vi la cara. Nunca le había visto la cara así a alguien”, fue uno de los comentarios que salieron al aire en la emisión del domingo. Otro de los jugadores, Alfa, que se encontraba en la cocina junto a algunos participantes se mostró confundido frente a los dichos de Poggio y preguntó: “¿Qué cara?”

En ese entonces, Julieta dio más detalles de lo que vivió. “Estaba en la habitación, escucho un ruido y veo que había un celular pegado al vidrio. Entonces, como noto que nos estábamos mirando a los ojos, tipo contacto visual, me hacen ‘chuik’ (la onomatopeya de un beso)”, especificó.

Acto seguido, el hombre de 60 años se mostró preocupado por la situación. “Eso no está bueno. Que aparezca un celular en el vidrio no está bueno porque es una foto que te robó a vos. Ojo”, manifestó el jugador, a lo que la profesora de danzas respondió: “No. Debe estar permitido”. En ese instante, la transmisión viró para otro sector de la casa.

Al respecto, no fue la primera vez que desde la producción decidieron cambiar de cámara cuando Julieta contaba lo sucedido. Ocurrió lo mismo mientras estaba en la habitación con Daniela, una de las participantes que logró salvarse este domingo. La joven dialogaba con su compañera cuando se cortó la transmisión. Lo único que alcanzó a escucharse por parte de la joven fue la frase: “Los chicos me dicen que fue raro lo del beso, que tengo que ir a comentarlo en el confesionario”.

Minutos después, Poggio fue llamada al confesionario para dialogar con Gran Hermano, quien intentó llevarle tranquilidad. “La gente que está es gente que nos cuida que trabaja para nosotros y que me quede tranquila”, dijo Julieta sobre la charla que mantuvo. A pesar de ello, la modelo siguió alertada. “Fue raro, igual”, cerró.