Juega la Selección y ¿qué hacemos con los nervios y la comida?

Recomiendan una tabla de alimentos variada en la que no predominen los snaks y las harinas refinadas.

La final del mundo tiene un condimento extra, se disputa a las 12 del mediodía de un domingo, cortando el tradicional asado y cuando la mayoría se sienta a la mesa.

Ante esta situación, la nutricionista Virginia Yódice nos recuerda que "el intestino es nuestro segundo cerebro y esta totalmente conectado a nuestras emociones", por eso divide todo en dos grupos de personas. Por un lado aquellos a los que se le cierra el estómago y no comen nada, y los a los que se les abre el apetito y comen cumpulsivamente.

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Ante estas posibilidades, recomienda "no dejarse llevar por la emocionalidad y compulsión por comer porque puede hacer que nos caiga mal. Hay que ser moderado y para eso tener una linda tabla de combinaciones que no sean "chanchas" como algunas verduras; no snaks y harinas refinadas".

Además, pide poner especial atención a los hipertensos porque está estudiado que "al ver el partido, los nervios, suben la presión arterial, y la alimentación disponible debe ser algo que no nos haga mal".

Audio: Virginia Yódice, nutricionista

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