Villano Antillano lanzó su primer álbum enfocado en el empoderamiento
La artista puertorriqueña lanzó su producción luego de tres años de trabajo. Se inspiró en Las Chicas Superpoderosas.
Costó, dolió, pero la sanación de Villano Antillano es absoluta. Fueron tres años de exploración y trabajo que dan cierre a una etapa de su vida, la cual se refleja en su nuevo álbum: La Sustancia X. La artista no solo culmina un proceso musical, sino que su trabajo la posiciona como una referente para la comunidad LGBT. Ahora se ve en los ojos de chicos y chicas que se identifican, ve en ellos a esa pequeña niña interior que soñaba con cambiar su vida.
“Fue acercarme mucho a esta niña que abandoné muy de pequeña. No diría que la descubrí porque la conocía, creo que descubrí que la podía dejar salir, eso es lo realmente revelador”, explica la artista que le dio forma a su sonido en su disco debut con canciones pop-rap, urbano, pero principalmente reggaetones que recuerdan las bases de este género en Puerto Rico.
Un trabajo musical enfocado principalmente en el empoderamiento, que hizo de la mano con su transición. Como si cada canción fuera una foto del largo camino, La Sustancia X retrata la liberación de la niña interior de la Villana. “Hice esto de la mano con mi transición. Aunque ciertamente una nunca termina de transicionar, siempre somos seres cambiantes y eso es una aventura y una travesía infinita. Se siente de una manera distinta las emociones, el cuerpo, es algo fuerte, imagínate que te salgan tetas, es muy eufórico y hay mucho dolor, pero hay mucha sanación de esta niña interior”.
Inspirado en la serie animada Las Chicas Superpoderosas, donde esta sustancia era la clave para la creación de los personajes, su nuevo álbum rememora aquel reggaetón pesado que sonaba en su infancia. En aquellos años grandes figuras como Tego Calderon, Don Omar, Yaga y Mackie sonaban en todas partes. Pero su trabajo también brinda otro tipo de representación para las nuevas generaciones. Así toma la posta de otras artistas, como Ivy Queen, que incluían a la comunidad LGBTQ. “Para mí fue como un momento de crear estas canciones, escucharlas luego, y pensar en ese imaginario de ‘¡Wwow, si yo chiquita y chamaquita hubiera tenido acceso a esto, de saber que alguien como yo podía aspirar a hacer esto, quizás me hubiera atrevido antes!’”, cuenta la cantante originaria de Bayamón, Puerto Rico, sobre su transformación.
Después de toda una infancia buscando esa representación y luchando por dejar ser a su niña interior, se convirtió en una referente para las generaciones que atraviesan esa búsqueda. Quien le abre las puertas a otro mundo a los jóvenes. “Y eso es lo lindo. Pienso que la meta es llegar un poco más lejos de lo que pudieron las que vinieron antes que tú. La lucha queer, y la de las personas que trabajamos por la equidad, el amor y el feminismo incluso, es hasta por personas que aún ni han nacido, probablemente. Es para que tengan una vida mejor que la que tuvimos nosotros y eso para mí es lo más cercano al amor genuino, incondicional”.
Así, la artista cierra un año del sueño que estuvo plagado de grandes colaboraciones, el cual tuvo a la BZRP Music Session como gran trampolín. Con un poderoso freestyle, el tema supera las 160 millones de reproducciones en YouTube. Fue el momento bisagra, el despegue que incluso la llevó, un mes después, a ser invitada al escenario por el artista más escuchado del mundo: Bad Bunny. Así pisó fuerte en Puerto Rico durante el show televisado de Un Verano Sin Ti.