Una propuesta innovadora que une lectores desconocidos

"Cadena de libros", una propuesta de Luciana Gallo que sigue sumando adeptos, es un entramado que une a lectores de varias provincias con el objetivo de acercar ejemplares a cada persona que es parte de este circuito.

"Cadena de libros", una iniciativa debut de la bookinfluencer Luciana Gallo, une lectores anónimos de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe y otras ciudades del país como forma de cerrar el año con mucha literatura y con la única regla de que los participantes se comprometan para que ningún eslabón de la cadena falle y no se rompa el circuito que ya fue motivo de encuentro entre varios apasionados de los libros.

Gallo estudia Comunicación Social en la Universidad de Buenos Aires y tiene una cuenta de Instagram con 13 mil seguidores donde crea contenido literario; además participa de un podcast llamado "Demasiados libros" donde hace recomendaciones literarias; y "Cadena de libros" emergió con el objetivo de compartir lecturas y de "acercar lectores con lectores" que viven en zonas cercanas pero no se conocen en persona, cuenta a Télam la bookinfluencer.

"Quería que me regalaran libros para fin de año y pensé que, quizás, había mucha gente que quería lo mismo, que tiene una lista enorme de libros que les gustaría tener", confía Gallo. En un principio, quiso agasajar a cada una de las personas que estaban "pendientes" de su contenido pero, como el operativo le resultaba irreal, apareció una idea superadora. Quizás no tenía que ser solamente ella la que enviara ese libro sino que podría crear una cadena colaborativa: "Voy a descentralizar esta manera de vincularme a través de los libros y hacer todos nos regalemos al mismo tiempo", pensó.

"Se me ocurrió hacer una cadena 'de favores' pero de libros. ¿Se copan?", le preguntó a través de historias de Instagram a su comunidad lectora que enseguida expresó su entusiasmo. "Es una idea excelente. Por un 2023 lleno de literatura y encuentros geniales", "Me sumo, me vendría bien un libro para el verano", "Me encanta", fueron algunas de las respuestas que recibió Gallo.

Inmediatamente, la creadora puso a funcionar una maquinaria en la que no solo participan lectores y lectoras sino también librerías. En Capital Federal ofrecieron descuentos Mercurio Libros y en Córdoba La librería. También se adhirieron El pez náufrago de la Plata, Libros Alfonsina de Pehuajó y Madre Selva desde Tucumán. "Algunas librerías me contactaron, a otras las contacté yo. Mi idea es que en cada una de las zonas donde las personas se habían anotado, tengan por lo menos una librería donde encontrar descuentos", especifica Gallo, aunque no es condición excluyente que los libros sean nuevos.

El primer paso para involucrarse en la cadena fue completar un formulario online, que estuvo disponible durante diez días y apuntaba a dos focos, por un lado, obtener la información de la residencia de los lectores y, por el otro, los gustos literarios. "Armé las cadenas en base a las zonas de cercanía, porque pensé que los libros tenían que entregarse de manera presencial para generar vínculos a través de la literatura, entonces la ubicación era muy importante", relata Gallo.

"Necesitábamos más de una persona anotada por zona para poder armar las cadenas. Entonces, a medida que iban completando el formulario, comunicaba cuántas personas teníamos en cada zona", cuenta la creadora. Por ejemplo, la primer semana solo tenía a un lector oriundo de Resistencia, Chaco, pero, con la ayuda de la difusión de distintos bookinfluencers y lectores que compartían la iniciativa, cada vez más personas se unieron a la cadena.

Una propuesta colaborativa

Para que quienes se unieran a la propuesta colaborativa supieran qué libro elegir para agasajar, Gallo propuso en el formulario que los participantes compartieran los géneros literarios que solían leer (cuento, novela, crónica, ensayo, poesía), un "top 3 de libros favoritos" y "libros pendientes". Una vez dentro del encadenamiento lector, los inscriptos recibieron un mail con el asunto "Llegó el día más esperado" y la información del lector agasajado. Solo quedaban dos últimas instancias: pensar el libro que querían hacer llegar a su destinatario y esperar el libro del lector anónimo en un plazo de dos semanas.

 

En este primer lanzamiento, "Cadena de libros" está abocada únicamente a Argentina. "Por ahora no tengo la estructura para solventar el armado de cadenas en otros países pero quedará para la próxima", adelanta la fundadora. Sin embargo, la iniciativa es federal. "Se anotó mucha gente de Córdoba, Santa Fe, San Miguel de Tucumán y Misiones", precisa.

Judith Miguel, escritora independiente de romance oriunda de Villa del Parque (CABA), participa de la propuesta que define como "preciosa". "Me pareció fabuloso la cantidad de expansión que tuvo esa propuesta y la necesidad de contacto a través de los libros para todos los que amamos la literatura", señala en diálogo con Télam. En el formulario, la autora especifica que le gustaría leer libros del género romántico. Como parte de la cadena, Miguel se llevó una sorpresa: fue agasajada por la mismísima creadora de la iniciativa. Gallo eligió la primera novela del escritor chileno Alejandro Zambra, "Bonsai" que narra una historia de amor en Chile entre dos jóvenes intelectuales que debaten en sus encuentros la importancia del novelista Marcel Proust.

"Me pareció una recomendación muy linda y Zambra es un autor que estaba dentro de mi radar", señala Miguel sobre el libro que recibió empaquetado junto a una velita y señaladores en un encuentro que llamó "cálido". Ahora la lectora tiene una misión pendiente: lograr coincidir en horarios con la lectora anónima que le sigue en la cadena. "Para ella elegí 'Manual para mujeres de la limpieza' de Lucía Berlín, un libro hiper feminista que leí en un club de lectura y me pareció que era su estilo", cuenta la escritora independiente.

De cada encuentro surgieron anécdotas insólitas: desde historias amorosas con cajas de bombones de por medio hasta participantes que se entusiasmaron con la propuesta y regalaron dos libros. "Hoy hablé con una chica y me contó que recibió el mismo libro que regaló, que fue 'Las cosas que perdimos en el fuego' de Mariana Enríquez. Se cerró perfecto el círculo", cuenta la artífice de "Cadena de libros".

En Córdoba, a la participante Luli Lattanzi le tocó regalarle un libro al joven emprendedor que trabaja en Plantasia Mini Mundos, un proyecto de terrarios. Para coordinar el encuentro, Lattanzi fue astuta y decidió encargarle al chico uno de sus productos. Cuando el chico llegó con el pedido, ella lo sorprendió: "Vos me tocaste en la cadena de libros, tomá", dijo y le extendió un ejemplar de "Misery" de Stephen King en inglés.

"Cadena de libros", aunque es una propuesta nueva, ya tiene su logo con colores rojos y naranjas que Gallo trabajó con el diseñador gráfico Santiago Friera, especializado en la técnica de lettering. "Tiene una noción de circularidad", describe la creadora de la imagen que está en sintonía con el concepto de dar, recibir y circular lecturas.