La historia del tornado de San Justo contada por un sobreviviente
Escuchá la historia de Siego Sonsogni, sobreviviente de la tragedia y periodista. Según sus datos, el tornado fue uno de los peores del mundo.
La ciudad de San Justo, situada 100 kilómetros al norte de la capital provincial, conmemora hoy el 50 aniversario del fatídico tornado que en solo dos minutos causó la muerte de 80 personas y además dejó 600 heridos y 500 casas destruidas.
El 10 de enero de 1973, cerca de las 14, el fenómeno natural se abatió sobre la localidad que hoy cuenta con poco más de 22.000 habitantes, y arrasó una superficie aproximada de 12 cuadras de largo por cuatro de ancho, además de dejar su paso una huella de destrucción.
Entre varias investigaciones sobre los hechos, se encuentra el libro de Diego Lisandro Sonsogni “Viento Asesino, 50 años de un cruel crimen de la naturaleza”. el periodista y escritor dialogó con LT10 al respecto.
"Todo comenzó como un trabajo final de carrera, en el que decidí investigar periodísticamente lo ocurrido en la ciudad de San Justo. Ahí es cuando yo descubro la historia del tornado, yo nací en San Justo y tenía dos años cuando ocurrió esto. Pero no soy familiar de víctimas ni nada que se le parezca. Todo nace de la curiosidad periodística. Ya llevamos más de 30 años de investigación de lo que ocurrió con la catástrofe más violenta más grande que sufrió la Argentina", indicó el sanjustino.
El relator y periodista detalló que "se trata de un episodio que se cobró 80 muertos, 600 heridos, 2.500 damnificados y más de 500 casas arrasada. Lo más sorprendente de todo es que e sto ocurrió en sólo 120 segundos (2 minutos). Si bien todas las investigaciones aseguran que se trato de un tornado de categoría F5, es decir de una velocidad de 400 km/h". Pero según Sonsogni "un propietario d e una estación de servicio dice haber recibido a unos científicos de los Países Bajos que aseguraron que el el tornado era de 600km/h. Es decir una categoría F&, algo que no existe".
Por último, el autor aseguró que fue muy duro recabar los datos de su investigación porque para la gente fue muy duro. "A mi me pasó que todos me contaban su historia con pasión y yo traté de tomar nota y comprobar esto científicamente" concluyó.
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