Casos "Lucio" en Santa Fe: cuando el que te tiene que cuidar te mata
Ninguna muerte es justa, menos si se trata de niños. El caso Lucio Dupuy volvió a abrir el debate pero no es la única trágica muerte de inocentes. Ignacio, Nicolás y Jorge, los menores locales asesinados por sus padres.
Los niños deberían disfrutar, aprender jugando, crecer en entornos saludables y con el cariño y amor como herramienta principal. Sin embargo, a pesar de que genere un gran impacto, no son inusuales los casos de infantes maltratados, golpeados y abusados por sus propios padres. Incluso asesinados.
Lucio Dupuy es el caso más reciente y que se encuentra en agenda, pero su muerte e historial de violencia no es el primero. Hay muchos casos de niños que mueren por la mano de aquellos que deberían cuidarlos.
Este jueves, los jueces Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora y Alejandra Ongaro, darán a conocer el veredicto en el que determinarán si Magdalena Espósito Valenti y su pareja, Abigail Páez son culpables o no del delito de "homicidio calificado y abuso sexual ultrajante" por el cual llegaron acusadas al juicio por el crimen de Lucio Dupuy.
Lucio tenía 5 años y fue asesinado entre las 17.30 y 19.40 del 26 de noviembre de 2021 en la ciudad de Santa Rosa.
La fiscal Ferrero, basándose en la operación de autopsia, habló de un maltrato físico continuo –aludió a lesiones de vieja data– y consideró que también quedaron acreditados los abusos sexuales en reiteradas ocasiones.
En Santa Fe, hay al menos tres casos que se asemejan al de Lucio y que terminaron con la trágica, violenta e injusta muerte de niños. Todos ellos, asesinados por quienes debían velar por su cuidado.
Asesinado a golpes por comer mermelada y ensuciar
El primero sucedió el 25 de junio de 2011 en la ciudad de Santo Tomé donde dos mellizos de 3 años fueron brutalmente golpeados, causando la muerte de uno de ellos.
El ataque ocurrió en una precaria vivienda de calle 3 de Febrero y Solís en barrio El Tanque. Ignacio y su hermano Valentín fueron trasladados al hospital de niños "Dr. Orlando Alassia", derivados del SamCo de Santo Tomé, aunque en distintos estados.
En la ambulancia en la que llegó gravemente herido Ignacio, iba un hombre de 33 que se identificó como su padre y quien finalmente reconoció la golpiza y terminó preso.
Ignacio tenía politraumatismos graves en cabeza, abdomen y extremidades. Además, presentaba un cuadro de hipotermia, motivo por el cual fue internado en la Unidad de Terapia Intensiva. Finalmente falleció producto de las heridas.
Horacio Hugo Quinteros, tenía 33 años y se desempeñaba como chofer de colectivo, y confesó que la golpiza fue un castigo por comer mermelada sin permiso y ensuciar la casa.
El hombre fue condenado a 17 años de prisión por “homicidio doblemente calificado por el vínculo y cometido con ensañamiento” de Ignacio; y lesiones leves dolosas agravadas por el vínculo, por Valentín.
Nicolás Almada, una muerte anunciada
El segundo caso rememorable es el de Nicolás Almada, probablemente el más violento. Sucedió el 16 de noviembre de 2016 en una vivienda de Cibils al 6.300, de barrio Loyola Sur, en la ciudad de Santa Fe. Pese a que fue trasladado al hospital de Niños, ingresó sin vida.
Nicolás Almada tenía 6 años y fue brutalmente golpeado por su padrastro, Miguel Ángel Franco, quien cumple una condena a prisión perpetua por el ataque en presencia de su madre y una hermana de 11 años. Lo que motivó la furia y el posterior ataque, fue que los interrumpió cuando tenían relaciones sexuales.
En su momento, el director del nosocomio, Osvaldo Gónzalez Carrillo, confirmó que el niño “ingresó sin vida y no se pudo hacer ningún tipo de maniobras. Los médicos constataron que llevaba fallecido un par de horas”.
La autopsia determinó que tenía hemorragia abdominal y laceración de órganos vitales que “le provocaron la muerte”.
Sin embargo, esta no era la primera vez que Nicolás era víctima de violencia, ya que un año antes de su muerte, en octubre de 2015, lo habían separado de su madre tras ser atendido por lesiones.
Un equipo de la Subsecretaría de la Niñez debía resguardar su revinculación mientras residía con un familiar. Pero el niño regresó a su casa y lo mataron.
Jorge Bachelli, violencia y abuso
El 7 de setiembre de 2018, Jorge Bachelli fue brutalmente agredido por su madre y su padrastro en una casa de República de Chile al 4.100, otra vez en la ciudad de Santo Tomé.
Jorge tenía tan solo 3 años, e ingresó al hospital con múltiples paros cardíacos. Tenía 59 contusiones, un tercio de ellas en cabeza y cuello. Además, tenía signos de abuso sexual.
Junto a él, ingresó una niña de casi un año, hija de la misma madre que presentaba golpes pero estaba fuera de peligro.
Por el crimen, fue condenada a 16 años de prisión la madre Florencia Zajur, y el padrastro Carlos Alberto Pérez quien finalmente se quitó la vida en la cárcel de Coronda. La Fiscalía le atribuyó los delitos de "lesiones leves dolosas" y "coautor de homicidio calificado por el vínculo, alevosía y ensañamiento".