El frío complica el trabajo de socorristas: ya hay más de 20.000 muertos
Pasadas ya las primeras 72 horas tras el sismo se teme que el balance de muertos pueda subir dramáticamente.
La esperanza de encontrar más sobrevivientes se desvanecía hoy en las zonas afectadas por el potente terremoto en Turquía y Siria, uno de los más mortíferos en décadas en la región.
Con 19.863 personas fallecidas, 16.546 de ellas en Turquía y 3.317 en Siria y decenas de miles de heridos, los equipos de rescate continúan la búsqueda de miles de personas que se sospechan atrapadas entre los escombros, pero el optimismo decrece ante las bajas temperaturas invernales y la superación del plazo de 72 horas que se considera crucial para salvar vidas.
Aun así, los trabajadores de emergencia pudieron salvar a varios niños encontrados bajo un bloque colapsado en la castigada provincia turca de Hatay, donde municipios enteros desaparecieron.
Sin dudas el país más perjudicado es Turquía: su presidente Recep Tayyip Erdogan emitió un comunicado desde Gaziantep, una de las ciudades más perjudicadas, y aseguró que el balance en el país era de 14.014 muertos y más de 60.000 heridos. Mientras tanto, Siria reporta 3.162 fallecidos según informó la agencia de noticias AFP.
A las pésimas condiciones climáticas se suma el descontento por parte de la población al considerar como deficiente la respuesta delas autoridades turcas. Numerosos sobrevivientes tuvieron que buscar por sí mismos comida y refugio.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció este jueves el primer convoy de ayuda para las zonas rebeldes del noroeste de Siria castigadas por el terremoto, el cual cruzó el paso de Bab al Hawa en la frontera con Turquía.