El nuevo cine español impacta en el mundo con impronta femenina
No es que Pedro Almodóvar haya perdido el cetro pero actualmente las revelaciones del cine español son sobre todo mujeres y jóvenes quienes relatan historias de y sobre mujeres.
Si hasta hace algunos años la cinefilia mundial posaba sus ojos sobre figuras como Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Alex de la Iglesia, J.A. Bayona o Fernando Trueba, hoy las revelaciones del cine español son sobre todo mujeres y jóvenes: Carla Simón, Pilar Palomero, Clara Roquet, Belén Funes, Neus Ballús, Alauda Ruiz de Azúa, Arantxa Etxevarría, Elena López Riera, Carol Rodríguez Colás, Carlota Pereda o Mar Coll, por nombrar solo algunas.
No es que una generación haya barrido con la anterior, no es que Almodóvar haya perdido el cetro, no es que las miradas masculinas hayan dejado de tener pertinencia, interés o influencia, sino que algo nuevo y revelador surgió en los últimos meses con una contundencia inusitada en uno de los movimientos artísticos más potentes y sorprendentes que se recuerden.
La renovación pasa, en esencia, por historias de y sobre mujeres que en muchos casos escapan de la gran ciudad, de los condicionamientos sociales, de los mandatos familiares, de la sociedad patriarcal y buscan su lugar en el mundo, su identidad, su sentido de pertenencia. Conflictos trabajados con enorme sensibilidad e intimidad, con austeridad y sutileza pero sin eufemismos, con belleza pero sin regodeos.
Si bien las películas más nominadas a los premios Goya que se entregarán este sábado 11 de febrero fueron dirigidas por hombres, “As Bestas”, de Rodrigo Sorogoyen (con 17); y “Modelo 77”, de Alberto Rodríguez (con 16), muy cerca se ubicaron “Alcarràs”, de Carla Simón; y “Cinco lobitos”, de Alauda Ruiz de Azúa; mientras que también sumaron varias candidaturas “Cerdita”, de Carlota Pereda; y “La maternal”, de Pilar Palomero.
De hecho, si se analizan los grandes festivales del último año, la presencia del nuevo cine español ha sido impactante y, dentro de esa “invasión”, las mujeres han tenido un lugar de enorme relevancia: Simón ganó el Oso de Oro a la mejor película en la Berlinale 2022 por “Alcarràs”, una suerte de continuación de su hermosa y desgarradora ópera prima “Verano 1993”.
Su segundo largometraje aborda un cambio de época, el fin de una forma de entender y sentir la vida rural contemporánea en la que lo artesanal y familiar es arrasado por grandes explotaciones dominadas por la tecnología y la producción a gran escala. “Alcarràs, que por estos días puede verse en un puñado de salas argentinas, llegará al servicio de streaming MUBI el 24 de este mes.
También en la muestra alemana se conoció “Cinco lobitos”, conmovedora ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa sobre Amaia (Laia Costa), una joven que debe sobrellevar la crianza de su bebé entre hombres casi ausentes e incompetentes y una madre manipuladora. Precisamente cuando su mamá empieza a sufrir un progresivo deterioro físico, ella deberá cuidar tanto del pequeño como de esa mujer madura que tantas contradicciones le genera. Un primer largometraje que, más allá de sus inevitables (por el tema) coqueteos con el melodrama, se sostiene en la sensibilidad, intensidad emocional, recato en la puesta en escena y brillantes actuaciones de todo el elenco.
En el Festival de Cannes del año pasado se estrenó en Competencia Oficial “Pacifiction”, arriesgada y fascinante incursión del catalán Albert Serra en la Polinesia francesa, pero allí también se vieron la mencionada “As Bestas” y “El agua”, debut en el largometraje de la aclamada cortometrajista Elena López Riera con un agridulce relato pueblerino con las mujeres (la joven Ana interpretada por Luna Pamies y su madre Isabella encarnada por Bárbara Lennie) en el centro de la escena.
En San Sebastián se vio “La maternal”, de Pilar Palomero (“Las niñas”), sobre menores de edad que conviven en un refugio que contiene a jóvenes vulnerables que han quedado embarazadas; mientras que unos meses antes “Cerdita”, de Carlota Pereda, había impactado en Sundance. Esta tragicomedia negra, grotesca y sangrienta ambientada en un patético pueblo con una adolescente víctima de bullying como protagonista está disponible en la plataforma de streaming Paramount+.
Las directoras han tenido desde siempre una presencia destacada en el cine español (allí están desde Icíar Bollaín hasta Isabel Coixet), pero nunca se había dado un fenómeno tan masivo, diverso y estimulante como el actual.
En ese sentido, si se toma en cuenta el premio Goya a dirección revelación nos encontramos con que en 2018 lo recibió Carla Simón por “Verano 1993”; en 2019, Arantxa Echevarria por “Carmen y Lola”; en 2020, Belén Funes por “La hija de un ladrón”; en 2021, Pilar Palomero por “Las niñas”; y en 2022, Clara Roquet por “Libertad”.
Las apariciones más destacadas del cine español han sido en los últimos cinco años de jóvenes mujeres y este sábado serán Carlota Pereda (“Cerdita”), Alauda Ruiz de Azúa (“Cinco lobitos”) y Elena López Riera (“El agua”) quienes intentarán sostener ese predominio.
Y no parece que el fenómeno vaya a detenerse, pese a que las mujeres solo filman una de cada cinco películas en España y en general con presupuestos más acotados que los que manejan los hombres: en la inminente 73ª edición de la Berlinale (16 al 26 de febrero), donde estará el talentoso Lois Patiño con “Samsara” en la sección Encounters, la única representante del país en la disputa por el Oso de Oro de la Competencia Oficial será “20.000 especies de abejas”, historia de tres generaciones de mujeres rodada por la bilbaína Estibaliz Urresola Solaguren, quien viene de una aclamada carrera en el cortometraje con “Polvo somos” y “Cuerdas”. Será, seguramente, otra revelación de un cine español con mirada y sensibilidad de mujer.