"Los embriones congelados no son personas de ningún modo"
La jurista Aída Kemelmajer explicó en LT10 que se necesita de manera urgente una "ley específica" ya que el Código Penal no puede abarcar por completo un tema tan complejo.
Legisladoras de distintos partidos políticos y especialistas consideraron "innecesario" el debate que propone la Corte Suprema de Justicia sobre la posibilidad o no de descartar embriones congelados y aseguraron que "abre las puertas a más incumplimientos" de derechos ya consagrados, al tiempo que coincidieron en la necesidad de avanzar en el tratamiento del proyecto para una ley específica que regule su protección y destino.
La inclusión del tema en las audiencias públicas previstas por el máximo tribunal surgió a partir del caso de una pareja que, años atrás, congeló embriones para su tratamiento, algunos de los cuales quedaron criopreservados luego de un intento con resultado positivo.
Tras separarse años después, la pareja solicitó a la clínica el cese de la conservación de los embriones restantes, pero la institución se negó a descartarlos sin una autorización judicial, por "no contar con un marco legal" que así lo respalde.
En diálogo con LT10, la prestigiosa jurista Aída Kemelmajer explicó que es necesario una "Ley específica inmediata y especial que lo regule ya que el código Penal no puede encerrar todos los casos porque son muy cambiantes".
"Fala la ley y el Congreso nunca la dictó. Desde el 2015 hasta acá no se dictó pero sí la de interrupción del embarazo. Esto abre un panorama porque una cosa es el derecho del ebrión que está congelado pero por otro lado está la decisión de interrumpir un embarazo o no".
Por otro lado, la especialista destacó que los embriones congelados, teniendo en cuenta la legislación argentina en el sistema argentina, no son personas de ningún modo.
Un debate saldado
"El descarte de embriones cuando ambos integrantes de la pareja están de acuerdo ya está saldado por el avance legislativo de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), no podemos volver a debatir si un embrión es persona humana o cuáles son sus derechos", aseguró la diputada nacional por el Frente de Todos Mara Brawer.
Si bien reconoció que hay temas "que aún no están amparados por falta de una ley" específica de embriones congelados, sostuvo que "la Corte se metió con el único tema que sí está saldado, que es la voluntad de disponer de su material genético por parte de las personas que lo generaron".
Por su parte, la diputada nacional del Bloque Evolución Radical Carla Carrizo aseguró a Télam que "sorprendió" la decisión de la Corte ya que si bien consideró "correcto" que el máximo tribunal se expida y resuelva ciertos temas, en este caso "el error es reabrir un debate que ya está zanjado en Argentina".
Antecedentes jurídicos
La legisladora expresó que el debate ya está zanjado por varias razones: en primer lugar, la cuestión fue atendida ya en 2012 en el fallo "Artavia Murillo c/ Costa Rica", donde la Corte Interamericana de Derechos Humanos fijó que el embrión no implantado "no puede ser considerado una persona ni tiene derecho a la vida".
Asimismo, en Argentina al menos tres fallos -uno en Mendoza en 2018 y dos en La Plata en 2019- autorizaron a los titulares de embriones a proceder a su descarte ante la ausencia de un destino reproductivo, el único fin previsto por la Ley 26.862 de Acceso Integral a las Técnicas de Reproducción Humana Asistida, sancionada en 2013, que no aborda sin embargo el destino de los embriones que no son utilizados.
Con todo, la sanción de la legalización del aborto en 2020 estableció un paradigma de protección de la autonomía reproductiva de las personas gestantes hasta las 14 semanas de embarazo inclusive.
Un debate innecesario
En esa línea se expresó la abogada especialista en Derecho de familia Marisa Herrera, quien consideró "innecesario" el nuevo debate y apuntó que, con los marcos normativos vigentes, los integrantes de la Corte "deberían estar perfectamente capacitados para dictar sentencia sin tener que abrir a audiencia pública".
Lo cierto es que la decisión supone un retroceso en términos de debate público, que puede conllevar "consecuencias indeseadas", en tanto envía "un mensaje de ambigüedad y abre las puertas a más incumplimientos", destacó.
"Existen muchas provincias donde todavía se resiste la aplicación de la ley de IVE. Desde su sanción, se iniciaron 37 causas para no aplicarla y 7 aún están abiertas. No es un escenario idóneo para poner en debate un tema que incentive al cuestionamiento de derechos adquiridos", apuntó Carrizo.
Los proyectos de ley
En este marco, las entrevistadas resaltaron que es "impostergable" el tratamiento de una ley específica sobre la protección de embriones no implantados, no para definir su estatus jurídico, sino para establecer un marco legal sobre el acceso a esta práctica, los derechos de las partes y el uso y destino de los embriones, tal como ya lo hicieron Brasil, México, Alemania, Suiza, Holanda e Italia, entre otros países.
El proyecto consta de 42 artículos en los que se regula, entre otras cuestiones, los cuatro posibles destinos de los embriones congelados: ser utilizados por sus titulares para posteriores tratamientos; ser donados con fines reproductivos; ser donados con fines de investigación; o cesar su criopreservación.
Cualquiera de las opciones requiere del "correspondiente consentimiento informado, libre y formal de sus titulares", que deben llegar a un acuerdo sobre el destino de los embriones previo a su generación, lo que "permite evitar conflictos en la posterioridad", sostuvo Herrera.
En el proyecto de ley se establece también la prohibición de comercializar embriones y su generación con otro fin que no sea terapéutico reproductivo.
Hasta tanto no se trate la ley, tendremos mayor judicialización de casos y un vacío regulatorio que puede dar lugar a arbitrariedades y abusos", aseveró.
Audio: Aída Kemelmajer- embriones congelados
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