Lula se reunió con el gobernador de San Pablo tras el temporal

"El bien común de las personas es mucho más importante que cualquier desacuerdo que podamos tener. Estamos juntos para enfrentar la situación y ayudar a la población", aseguró el Presidente de Brasil, que sobrevoló la zona en la que hay 40 desaparecidos y 970 evacuados.

El actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva se reunió con el bolsonarista Tarcísio de Freitas, para discutir medidas de emergencia frente a los estragos causados por las lluvias torrenciales que azotaron la región y dejaron al menos 36 muertos y 40 desaparecidos durante el fin de semana de carnaval, ocasión en la que destacó que "el bien común es mucho más importante que cualquier desacuerdo".

Antes de reunirse con el gobernador, Lula sobrevoló en la mañana de este lunes en helicóptero las zonas afectadas por las lluvias, acompañado del jefe del Estado Mayor brasileño, Rui Costa, según informó el diario O Globo, reportó la agencia de noticias DPA.

"El bien común de las personas es mucho más importante que cualquier desacuerdo que podamos tener. Estamos juntos para enfrentar la situación y ayudar a la población", indicó Lula en su perfil oficial de Twitter.

El mandatario brasileño le trasladó a De Freitas su deseo de volver con un grupo de ministros para "asumir un compromiso de Gobierno" con Sao Sebastiao, el municipio más afectado por las lluvias y subrayó: "Trabajaremos en conjunto con el ayuntamiento".

Ante los medios, Lula sostuvo que es importante que "no construyamos casas en un lugar que pueda ser escenario de otras lluvias, donde otras personas puedan morir en un deslizamiento de tierra", consignó AFP.

En Brasil, 9,5 millones de personas viven en áreas de riesgo por deslizamiento o inundación, muchas de ellas en favelas, según el Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales de Brasil (Cemaden).

Por su parte, De Freitas anunció que su Gobierno decretó este lunes tres días de luto oficial por las precipitaciones que afectaron las localidades del litoral norte de San Pablo.

En tanto, el Gobierno federal promulgó el estado de desastre en Guarujá, Bertioga, Sao Sebastiao, Caraguatatuba, Ilhabela y Ubatuba.

El gobierno regional de San Pablo reiteró en su último informe el balance provisional de 36 muertos de la víspera: 35 en Sao Sebastiao y una niña en la localidad de Ubatuba.

El balneario de Sao Sebastiao, ubicado a unos 200 km de la capital paulista, fue el más afectado por las precipitaciones "récord", que causaron inundaciones y deslizamientos de tierra y arrasaron al menos unas 50 casas.

De Freitas sobrevoló la zona afectada ayer y decretó el "estado de calamidad" en esos y otros cuatro municipios para facilitar el despliegue de recursos, según reportó la agencia AFP.

Además, liberó unos siete millones de reales (alrededor de 1,5 millones de dólares) para tareas de rescate mientras el gobierno nacional también aportó fondos a disponibilidad para atender la emergencia.

Michelle Cesar, de los bomberos de San Pablo, indicó en una entrevista a CNN Brasil que "cerca de 40 personas no fueron localizadas".


El mismo cuerpo informó de 14 heridos que fueron socorridos.

Además, hay unas 1.730 personas evacuadas y 766 desabrigados, informaron las autoridades, que despliegan más de 600 socorristas, militares y policías en las labores de rescate.

Lula llegó a media mañana de este lunes al estado proveniente de Bahía, donde pasaba unos días de descanso, informó la TV Globo.

El mandatario, en el poder desde el 1 de enero, prometió en redes sociales "reunir todos los niveles de gobierno" para "atender heridos, buscar desaparecidos, restablecer las carreteras, conexiones de energía y telecomunicaciones".

El municipio de Sao Sebastiao, en cuyas playas muchos paulistas pasaban el feriado de carnaval, fue el más golpeado. Allí cayeron más de 600 milímetros de lluvia en 24 horas (más del doble de lo esperado para el mes), según las autoridades.

Imágenes difundidas por medios locales y usuarios de redes sociales mostraban ríos de lodo y escombros, carreteras inundadas, caminos costeros hundidos y autos destrozados por árboles caídos, entre otras evidencias de los daños.

"Lo que sucedió fue un fenómeno de la naturaleza que no veíamos desde hace muchos años", dijo Roberto Farina, director de comunicaciones de la Defensa Civil del estado de San Pablo.

Medio millar de socorristas, militares y policías trabajan en las labores de rescate, con apoyo de 31 maquinarias, siete helicópteros y dos aviones, detalló el gobierno estatal.

El Ministerio de Salud anunció el envío de medicinas e insumos a las zonas afectadas, algunas de ellas incomunicadas por los deslizamientos.