Las palomas aprenden igual que las inteligencias artificiales
Las aves usan el aprendizaje asociativo, algo que les pone al nivel de las Inteligencias Artificiales más avanzadas.
La inteligencia artificial integra numerosas tecnologías y algoritmos que se utilizan para entrenar sistemas para emular la inteligencia humana mediante la percepción, el aprendizaje, el razonamiento, la planificación y la resolución de problemas. Cuanto más se entrenan, más aprenden y se vuelven más capaces de realizar tareas intelectuales por sí mismos.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Iowa (Estados Unidos) se propusieron desmitificar la forma en que funciona la inteligencia artificial, equiparando cómo aprenden las palomas simples a la forma en que se lleva a cabo el aprendizaje de la IA.
¿Al mismo nivel?
Los expertos identificaron dos tipos de aprendizaje: declarativo y asociativo. El aprendizaje declarativo se basa en ejercitar la razón de acuerdo con un conjunto de reglas o estrategias; es lo que conocemos como un orden superior de aprendizaje que es típico en los humanos. Por el contrario, el aprendizaje asociativo se centra en reconocer y hacer conexiones entre objetos o patrones, como "azul y cielo" y "mojado y agua" (conocido como orden inferior de aprendizaje).
Dispusieron un experimento para las palomas con objeto de probar los límites de las capacidades de aprendizaje asociativo de estas aves, con una tarea de clasificación de patrones de "anillos seccionados", pero increíblemente difícil.
A cada paloma de prueba se le mostró un estímulo y tuvo que decidir, picoteando un botón a la derecha o a la izquierda, a qué categoría pertenecía ese estímulo. Tuvieron que considerar variables como el ancho de la línea, el ángulo de la línea, los anillos concéntricos y los anillos seccionados, al emparejar estímulos y soluciones. Una respuesta correcta produjo una bolita sabrosa; una respuesta incorrecta no daba ningún premio.
Palomas, maestras de inteligencia artificial
Para las palomas, su área de especialización es la clasificación. Las aves pueden usar la "fuerza bruta", o el ensayo y error repetitivo, para identificar y clasificar patrones y objetos, y rápidamente se vuelven altamente competentes en su tarea. Las palomas, en virtud de una exhaustiva prueba y error, finalmente pudieron memorizar suficientes escenarios en la prueba para alcanzar una precisión de casi el 70%.
“Estos estímulos son especiales. No se parecen entre sí y nunca se repiten. Tienes que memorizar los estímulos individuales o las regiones desde donde ocurren los estímulos para poder realizar la tarea”, afirma Ed Wasserman, profesor Stuit de Psicología Experimental en el Departamento de Ciencias Psicológicas y Cerebrales de Iowa y líder del trabajo que publica la revista Current Biology.
El denominador común es que tanto la IA como las palomas emplean el aprendizaje asociativo, y es ese pensamiento de nivel básico lo que permitió que las palomas finalmente obtuvieran una puntuación exitosa.
Los investigadores equiparan el enfoque repetitivo de prueba y error de las palomas con la inteligencia artificial. Las IAs emplean la misma metodología básica, sostienen los investigadores, a las que se les “enseña” cómo identificar patrones y objetos fácilmente reconocibles por los humanos.
"Escuchas todo el tiempo sobre las maravillas de la IA, todas las cosas asombrosas que puede hacer", dice Wasserman. "Puede vencer a las personas que juegan al ajedrez, o en cualquier videojuego, para el caso. Puede vencernos en todo tipo de cosas. ¿Cómo lo hace? ¿Es inteligente? No, está usando el mismo sistema o un sistema equivalente al que está usando la paloma”.