En Unión comienzan a darse sacudones producto de la crisis deportiva. Si bien el equipo tiene tres puntos en la temporada, fue producto de empates, ya que todavía no ganó y, si se tiene en cuenta el arrastre el campeonato pasado, los números son muy malos.

El escenario se llevó puesto en las últimas horas la secretaría técnica por decisión de la dirigencia para intentar descomprimir la situación. Se fue por el primer eslabón de la cadena, quizás por ser el más "accesible", ya que iría en consonancia con la postura de terminar el ciclo del DT Gustavo Munúa, que no se quiere ir y por ahora, dirigirá este viernes ante Estudiantes.

Acá está claro, el charrúa sigue por contractuales, ya que interrumpirlo sería un dolor de cabeza económico para el club, a raíz de que lo firmó hace menos de dos semanas, hasta diciembre. Munúa se siente con fuerzas y respaldado por los jugadores, y por eso arma el plan para jugar ante el Pincha en el 15 de Abril, que seguramente será una caldera.

El tema está en que la gente ya no está muy a gusto con el ciclo, algo que también se habría propagado a gran parte de la dirigencia. Luis Spahn solo echó dos técnicos desde que es presidente (Pablo Marini y Juan Azconzábal) y por eso espera que el uruguayo sea el que de un paso al costado, pero el tema es ver hasta cuándo esperar. 

La cuestión es que se estarían analizando las formas de cómo terminar este ciclo deportivo. Aunque todo pinta para que Munúa tenga una chance más. El plantel este jueves concentrará y la reserva, pensando en que Marcelo Mosset deba agarrar interinamente, debe viajar en las próximas horas a Buenos Aires. Es todo día a día en Unión, que busca un golpe de efecto para enderezar el rumbo.