Balearon su casa por error y pusó un cartel para aclarar que no era a quien buscaban
La víctima de este hecho de inseguridad es una maestra de 38 años que vive allí con sus dos hijas de 1 y 3 años. Los atacantes dejaron una carta intimidatoria para una persona llamada "Arami".
La inseguridad en la ciudad santafesina de Rosario no tiene fin. Días atrás, a una mujer le balearon la casa por error, le dejaron un mensaje intimidatorio y tuvo que colgar un cartel para aclarar que ella no era la persona a la que estaban buscando.
“Traicionaste a la mafia, pagá las cagadas, comunicate. La próxima vamos a lo de tu mamá”, decía la nota que le dejaron por debajo de la puerta y que estaba destinada para un sujeto llamado “Arami”.
La mujer que alquila esa propiedad ubicada sobre la calle Ayacucho, una maestra de 38 años, puso un cartel en la puerta de su casa para demostrar que Arami ya no vive allí, sino que está ella con sus dos hijas de 1 y 3 años.
“Yo no soy Arami. Se equivocaron! Mi nombre es Cecilia, soy maestra y alquilo hace un año y medio acá. Tengo dos bebés!”, escribió.
El hecho ocurrió el martes pasado a las 20, mientras la maestra y las menores se encontraban dentro del domicilio, por lo que se asustaron con las detonaciones. En total, seis disparos impactaron en el frente del domicilio y otros tres en la puerta trasera, que está a ocho metros.
La Policía de Santa Fe halló siete vainas servidas. No se registraron heridos.
Qué dijo la maestra que sufrió una balacera en su casa en Rosario
“Los tiros atravesaron dos puertas y quedaron incrustados en un cantero de cemento”, relató la víctima de este hecho de inseguridad en diálogo con TN.
Según le explicaron los vecinos de la zona, los autores de la balacera habrían sido dos personas que circulaban en una moto y que aún no fueron detenidas.
Cecila dijo que Arami vivía en otra casa que se encuentra en el mismo terreno. Además, la entrada a la misma era similar a la de ella. “Las dos puertas son iguales, grises y se ve que confundieron”, supuso.
Ante lo sucedido, la maestra decidió partir de la vivienda junto a sus hijas y dormir en otro lugar. De hecho, analiza mudarse, pese a que le queda un año y medio de contrato.