Vecinos enfrentaron a los narcos y derribaron búnkers a mazazos
Ocurrió en el barrio donde vivía Máximo Jerez, el chico de 11 años asesinado el sábado. La vivienda de un narcotraficante, situada a la vuelta de donde ocurrió el crimen, fue destrozada y saqueada.
La situación era de máxima tensión este lunes al mediodía en el asentamiento Los Pumas, en barrio Empalme Graneros de Rosario, donde asesinaron a Máximo Jerez, el chico de 11 años que murió al quedar en medio de una balacera.
Los vecinos, entre ellos los padres de Máximo, fueron a buscar al narcotraficante, rodearon la manzana e intentaban derribar y prender fuego su casa.
La Policía realizaba un impresionante operativo en la zona y había detenido al supuesto narcotraficante que originó el conflicto en el que murió el niño. Pero analizaban la forma de sacarlo porque los vecinos pretendían lincharlo.
Fuente: El Tres TV (Rosario).
Los graves incidentes comenzaron en el mediodía de este lunes en Cabal al 1300 bis, cuando un grupo de vecinos, varios de ellos familiares y allegados a Máximo, fueron a buscar a los narcotraficantes que supuestamente operan en el barrio. Prendieron fuego una moto de la banda y luego comenzaron a agredir con piedrazos y botellazos. Desde la vivienda se podía observar a dos personas respondiendo desde la terraza.
La tensión fue subiendo hasta niveles incontrolables. Más vecinos, indignados por el ataque a los niños y cansados de lo que se vive en el barrio, llegaban al lugar para tratar de atrapar por sus propios medios a los presuntos narcotraficantes.
En ese momento comenzó a llegar un impresionante número de patrulleros y efectivos policiales, que se treparon a los techos contiguos a la vivienda señalada para tratar de atrapar a los acusados. Al mismo tiempo, los vecinos rodeaban la manzana para que los narcos no escaparan.
Fuente: El Tres TV (Rosario).
Julio, el papá de Máximo, la mamá y otros familiares, tomaron mazas, martillos y otros elementos y comenzaron a derribar una de las paredes de la casa de los hombres que todos los vecinos señalaban como vendedores de drogas, hacia donde fueron los disparos que hirieron a los niños.
A pesar de la fuerte presencia policial y de que lograron trasladar a unos de los acusados, los vecinos siguieron demoliendo el búnker y llevándose las cosas que estaban en su interior. También derribaron otro supuesto punto de ventas de drogas del barrio.
Finalmente también se llevaron detenida a una mujer, que estaba en el interior del búnker, en medio de los insultos y las agresiones de la gente del barrio.