Qué dijo Marcelo Corazza cuando lo trasladaban para indagarlo
El ganador de la primera edición de Gran Hermano está incomunicado desde ayer. Según la investigación habría sido mencionado por una de las víctimas.
El juez Javier Sánchez Sarmiento, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 48, indagó este martes al productor y primer ganador de Gran Hermano, Marcelo Corazza, como así también a otros detenidos en el marco de una causa por corrupción de menores que saltó a la escena pública ayer.
Por la mañana, cuando era trasladado hacia la dependencia judicial correspondiente en el microcentro para realizar este trámite, Corazza pronunció sus primeras palabras tras quedar apresado. “Soy inocente”, se limitó a decir a la prensa presente en el lugar el hombre ligado a los medios de comunicación.
Tanto Corazza como los otros tres detenidos pueden negarse a declarar. Los cuatro están acusados de “haber conformado una organización destinada a reclutar menores y mayores de edad en situación de vulnerabilidad, con el fin de someterlos a la práctica de relaciones sexuales y la explotación sexual sin su consentimiento, ya fuere por intercambio de dinero o por satisfacción personal o de terceros”.
Según información de la causa, en un primer término Corazza estaría implicado como consumidor, pero la indagatoria de esta mañana será clave para determinar si el productor tuvo también otro tipo de responsabilidad en este armado delictivo que funcionaba hace 20 años.
Todos las personas que quedaron relacionadas con este expediente ayer están alojadas e incomunicadas en distintas dependencias policiales porteñas y separadas entre sí. Anoche se aguardaba la llegada del cuarto apresado, que fue capturado en Misiones y trasladado en avión.
La investigación
La causa se inició a partir a raíz de la denuncia de dos personas de identidad reservada, que ahora ya son mayores de edad, quienes dijeron haber sido víctimas cuando tenían entre 11 y 14 años. Según la agencia Télam, los otros tres imputados fueron identificados como Andrés Fernando Charpenet, Raúl Ignacio Mermet y Francisco Rolando Angelotti. A este último lo sindican como el jefe de la organización.
De momento hay al menos once víctimas en el ámbito de la Ciudad, y las provincias de Buenos Aires y Misiones. En este expediente se sospecha que en la la zona del AMBA los abusos ocurrían en “autos particulares en Caballito, Parque Centenario, Plaza Miserere, Costanera Sur, una quinta de Castelar, albergues transitorios del conurbano y domicilios particulares”.
Los investigadores entienden que Angelotti captaba a jóvenes y niños de Misiones, de donde es oriundo, a través de sitios de chats en Internet, para después llevarlos a vivir con él a su domicilio de General Rodríguez. ”Se cree que en ese domicilio del oeste del conurbano bonaerense se formalizaban las entregas y sometimientos”, dijo, citado por la agencia estatal de noticias, un detective que participó de las pesquisas.
”El cabecilla de la organización captaba los menores, los corrompía, y luego los insertaba en el mundo de la prostitución ofreciéndolos a quienes consumen para obtener un rédito de él. Esta persona siempre realizaba dicha actividad con menores de género masculino únicamente. Luego los prostituía, obteniendo sus propios beneficios económicos de dicha actividad. De la investigación realizada, las pruebas reunidas y los testimonios logrados se conocieron otras personas que participaban activamente de dicha maniobra”, detalló.