Cómo gestionar el cansancio mental
Los principales síntomas y cómo evitar o lidiar con este tipo de fatiga
El cansancio o agotamiento puede no ser algo sólo físico, sino que también existe el mental, que es el que siente el cerebro, lo que provoca que nos sintamos débiles mentalmente hablando.
Puede ir acompañado de cansancio físico o a la inversa, el físico puede venir acompañado de fatiga mental. El estrés es el peor enemigo, pero no es el único detonante de esta fatiga. La falta de actividad física o una sobrecarga de ella, la mala alimentación, el sobrepeso, la falta de sueño o situaciones de tensión recurrentes pueden derivar en esta dolencia.
La fatiga psicológica afecta a todas las áreas de la vida de la siguiente manera:
– Problemas de sueño
– Falta de energía
– Apatía
– Falta de concentración
– Irritabilidad
– Dolor de cabeza
– Cansancio físico
– Alteraciones en la productividad
Cómo evitarlo
Desconectar con cualquier tipo de actividad que produzca placer ayuda. Puede ser yoga, meditar, bailar, leer, cocinar o simplemente ver tu serie favorita. Además de:
Priorizarse: aprender a decir que no es un gesto sencillo que aporta beneficios a nivel físico y mental. Si el cansancio que sentís no te permite disfrutar de actividades sociales, dedicate ese tiempo a vos.
Gestión del tiempo: es el activo más valioso que tenemos, y aprender a gestionarlo adecuadamente te ayudará a mejorar tu rendimiento, alcanzar tus objetivos y reducirá el estrés. Sé consciente del tiempo que tenés disponible para cada área de tu vida y cada tarea y evitá crear listas de cosas que hacer que sabés que no vas a poder cumplir.
Relativizar: aprender a tolerar la frustración y saber conservar la serenidad antes situaciones adversas no hará que el momento difícil lo sea menos, pero sí que lo superes con más facilidad y rapidez, lo que reducirá el estrés que implica la experiencia.
Cómo lidiar con el cansancio mental
Comer bien, descansar correctamente durante las horas necesarias e hidratarse es fundamental. Cuidar cuerpo y mente debe ser la principal prioridad. Si el día a día te supera pese a estos consejos, consultá con un profesional.