Cada generación tiene una dolencia asociada con los hábitos que practican con mayor frecuencia. Si durante años a los primeros gamers los afectó el síndrome del túnel carpiano, ahora la dolencia que más preocupa a los incluidos dentro de la generación alfa es el tech neck o "cuello tecnológico".

El mismo hace referencia a la aparición de signos de envejecimiento prematuros en la zona lumbar, debido a la postura corporal que adoptan el grueso de las personas cuando mirar algún dispositivo móvil. Un movimiento involuntario que, de media, se completa entre 100 y 150 veces al día.

Todo surge por inclinar el cuello ligeramente hacia abajo en una postura prolongada, lo que ocasiona finas líneas, pliegues y hundimientos. Es entonces cuando surge la necesidad de un tratamiento específico que ayude a minimizar su efecto.

Al agacharse para mirar el celular en la vía pública o en el colectivo, se van produciendo los surcos (conocidos como cuellos de Venus) que se marcan de manera más acentuada. Y no solo influye la postura, también lo hace la luz azul que emiten los dispositivos y que daña la piel.

Los principales síntomas del tech-neck consisten en un trastorno muscular que afecta a la columna vertebral y aumenta la tensión del cuello y la rigidez de los hombros. Lo curioso es que aumenta las arrugas, pliegues y hundimientos en una de las zonas más delicadas del cuerpo.

La luz azul tiene la capacidad de penetrar en la piel, incluso aún más que los rayos UV, creando radicales libres y rompiendo las estructuras celulares. La consecuencia más directa y visible es que disminuye la elasticidad y provoca el envejecimiento prematuro.

De acuerdo a varios expertos en anatomía, el gran impacto ocurre tras adoptar la misma posición a menudo, de forma repetitiva, porque entonces se va cargando la musculatura. Esta postura defectuosa constante es la que termina por producir dolor.

Con el paso de los años, como todas las malas posturas, se puede volver algo crónico e incluso, a partir de determinada edad, desembocar en deformidades óseas y dolores articulares.

A menudo se lo compara con los dolores que pueden tener los estudiantes cuando preparan exámenes y se quejan de que les duelen las cervicales, o como aquellos que están cada día ocho horas frente a una pantalla a la que cada vez se acercan y arquean el cuello.

Tech neck: cómo prevenir dolor de cuello por usar el celular

Sin embargo, el problema es serio y no se arregla con unos masajes. Ya que con el tech neck, los músculos de la nuca —los trapecios— se estiran y se debilitan por desuso. Un masaje que incida en los dolores musculares, lo que hará es estirarlos aún más y agravar el problema.

Cuando uno percibe de está forzando los músculos lo que tienes que hacer es intentar equilibrarlos. El músculo débil se tiene que fortalecer y el retraído habrá que estirarlo. Esta es la primera medida.

En términos de prevención, habría que buscar la posición neutra de la cabeza para descansar los músculos, y realizar ejercicios de estiramientos, estirando los hombros atrás y haciendo tocar la barbilla en el pecho.

Además, es importante colocar adaptadores para pantallas, elevar tabletas y móviles para que estos queden a la altura de los ojos. Aunque resulte complicado, hay que tratar de no doblar la cabeza hacia abajo mientras se miran estas pantallas.