Los niveles altísimos de la inflación y la oferta de inmuebles en descenso es un escenario poco propicio para el desarrollo de la actividad de alquileres. En ese contexto, el Gobierno y las inmobiliarias comenzaron a discutir la nueva ley que regularice la actividad.

Pero mientras debaten, el inquilino debe pagar la renovación del contrato con un 96% de aumento.

En la actualidad, hay en el Congreso diferentes proyectos que buscan modificar distintos puntos de la ley que está vigente. Entre ellos, la duración de los contratos, y también la forma de actualización de los valores.

El aumento de la actualización "es altísimo pero si no hubiera una ley que fije un tope estaríamos hablando que el inquilino hoy tendría que pagar cerca de un 120%", dijo por LT10 Pedro Peralta, representante de la Federación de Inquilinos.

Entretanto, el mercado inmobiliario, producto de la inflación reinante, está en una etapa de poca oferta de inmuebles y altos precios, lo que dificulta sobremanera a las personas que quieren alquilar.

Ante tanta incertudumbre "muchos propietarios decidieron dejar de alquilar para vender porque las viviendas están dolaizadas, entonces la vivienda queda osiosa, no es que no estén disponibles", agregó.