Iliana Calabró relató un evento paranormal vivido con su padre

Luego de una interacción de su familia con una médium la actriz compartió una conmovedora historia mística.

Iliana Calabró contó un episodio familiar que descolocó por completo a Georgina Barbarossa este domingo en La Peña de Morfi (Telefe). En un mediodía colmado de momentos emotivos y recuerdos felices, la actriz relató un hecho extraño que experimentó con el anillo más preciado por su madre Coca y su padre, Juan Carlos Calabró, luego del llamado de una médium.

Iliana se animó a relatar frente a cámara uno de los episodios espirituales que atravesó luego del fallecimiento de su padre y que vinculó de manera directa a su hermana Marina con el objeto tan preciado por Juan Carlos. “Contale a la gente lo que pasó con el anillo y tu papá”, señaló Barbarossa. “Ay… la historia del anillo. Bueno, es un anillo que se ponía mi mamá cada vez que empezaba un programa, una obra”, comenzó la actriz.

“Ese anillo tenía el poder de que nos fuera bien a toda la familia”, destacó Calabró acerca del misticismo en torno a la joya de Coca. “Entonces, un día, mi tío me llama y me pregunta si había una piedra que tuviese poderes, que se le adjudicaban poderes. Y yo le dije que sí, el anillo del rating. Porque siempre lo usaba mamá y a papá, gracias a Dios y al público, le ha ido bien. Y me dijo: ‘Bueno, se lo tienen que regalar a Marina’”.

A partir de esa llamada, que descolocó a Iliana en torno a la joya de su madre, la actriz se preguntó: “¿Cómo? Bueno, supuestamente le habían consultado a una persona que estaba preparada para tener así otra visión y conectar con los espíritus… Mi papá quería que ese anillo le quedase a Marina para seguir en contacto. Yo iba a estar bien, pero él necesitaba eso”.

En medio de un silencio pleno por parte de la conductora de La Peña de Morfi, Calabró completó: “Era como acompañar a Marina, que la veía como más débil, qué se yo…”. En ese instante, interrumpió Barbarossa y acotó: “No, de débil no tiene nada, ninguna de las dos hermanitas”. Tras ese intercambio, la actriz agregó: “Esto era su voluntad. Entonces digo: ¿Cómo hago para que mi mamá le de ese anillo? La cuestión fue que ella dijo que no, que se eligiera otro. ‘Si me lo pedís te lo presto, pero no’, decía”.

“La cosa es que después todo fluyó. Yo viajaba a hacer temporada, ese día iba a cumplir años mi hermana y me encuentro temprano con mi tío que me explica esto y por qué era necesario que esa piedra pasase cuanto antes a manos de Marina… Aquel día la llamé a mi mamá, mi hermana cumplía 40, y le digo: ‘Justo no está papá… ¿Vos pensaste un regalo?’”, expuso Iliana y aseveró que de manera directa y sin tapujos le indicó a Coca que debía regalarle el anillo del rating.

Iliana convenció a su madre que debería entregárselo a su hermana porque era “algo representativo” y que “no podía ser cualquier cosa”. “Ya lo tenía en su cajita y a la noche se lo da a Marina. Al día siguiente me llega un mensaje a mi celular, que entonces él seguía su camino, porque se había instalado al lado de la señora que le había pedido esto. Papá se iba tranquilo porque ya estaba en las manos que tenían que estar, sin que nadie supiera ya le habíamos entregado ese anillo”.

Luego del relato estremecedor sobre el anillo del rating que protegió al clan Calabró durante años, la actriz desarrolló la última parte de la historia que terminó por significar un profundo mensaje para toda su familia. “Después de mucho tiempo, lo lleva a la tribuna de Guido (Kaczka) y estaba aplaudiendo y salta el anillo debajo de la tribuna. Corrieron todo y no aparecía, hasta que encontraron la piedra que se había saltado”, continuó Iliana.

Frente a esto, la actriz se llevó el anillo roto a su casa y le aseguró a Marina que lo arreglaría con un joyero de su confianza, hasta que sucedió un hecho inexplicable que marcó para siempre su vínculo con el accesorio de Coca: “Lo puse en una copa con agua para quitarle la mala onda, porque dicen que las piedras se limpian. Entonces, puse el engarce y el anillo que había quedado suelto. Y dije: ‘Ay, lo tengo ahí, cualquiera que entre a arreglar algo lo va a ver y se lo va a llevar’. Por eso, lo saco. Cuando voy a sacar, se había engarzado solo y sigue así hasta el día de hoy. Nunca tocó las manos de ningún joyero”, reconoció Calabró, dejando atónita a Barbarossa.