Qué es ser biromántico

Se trata de una conexión emocional intensa por otra persona que excluye el deseo sexual.

El universo del afecto es inmenso, está lleno de maravillosos matices y la capacidad para sentirnos atraídos románticamente por otra persona puede diferir, incluso, de la propia orientación sexual. Un ejemplo de ello es ser biromántico, es decir, sentir afecto y atracción emocional por personas de múltiples géneros: heterosexuales, homosexuales, bisexuales o no binarios.

De acuerdo con esta orientación, la atracción excluye la variable del deseo sexual, según explicó la psicóloga española Valeria Sabater, quien añadió que, no por ello los sentimientos son menos profundos, enriquecedores ni auténticos. Además, dijo que tener conexiones emocionales íntimas por alguien, pero sin sentir atracción sexual, es un fenómeno recurrente entre la población, pero aclaró que para algunos puede ser desconcertante.

El biromanticismo es un término nuevo que define un comportamiento psicoafectivo que siempre existió en el campo de las relaciones humanas. No obstante, tener este tipo de etiquetas nos permite dar nombre a una característica con la que numerosas personas se sienten identificadas.

Qué es ser biromántico y cuáles son sus características

Ser biromántico consiste en sentir una conexión emocional muy intensa por alguien, sin importar su género y sin experimentar deseo sexual. Un estudio publicado en Psychological Science destaca que el amor romántico y el deseo sexual son vivencias diferentes que evidencian sustratos neurobiológicos distintos.

La especialista señaló que no hay nada como la neurociencia para darnos luz en un universo tan complejo como son las relaciones afectivas y sexoafectivas, tras lo cual indicó cuáles son las señales de que alguien es biromántico.

  1. Nos gusta alguien, pero no de modo sexual. Una persona biromántica siente una intensa atracción por alguien, pero no experimenta deseo sexual por esa figura. El vínculo es solo mental, emocional y afectivo sin importar el género. Esto hace que uno tenga su propia identidad sexual definida y, en ocasiones, experimente esa cercanía especial y arrebatadora hacia otros de diferente género e inclinación sexual.
  2. Hay afinidad emocional intensa, pero no física. Los birománticos tienen la capacidad de ver lo más hermoso del ser humano; más allá del sexo y el género. Por lo general, se construyen relaciones donde la afinidad emocional e intelectual es muy intensa. Hay una sintonía en valores, en gustos y pasiones y, aunque no se llegue al terreno de lo físico, también hay una admiración por la apariencia de la otra persona. Al no existir esa atracción sexual, son lazos dominados por la serotonina y, sobre todo, por la oxitocina. Trabajos como los realizados en la Universidad de Waseda, en Japón, refieren que esta hormona promueve esa conexión social y emocional tan relevante en el ser humano. Las relaciones basadas en el biromanticismo están dominadas sobre todo por la oxitocina y no tanto por esos neurotransmisores que median en el deseo sexual.
  3. Las fantasías con esas personas no llegan a lo sexual. Como biromántico, se fantasea con esa persona que nos atrae. No obstante, esos sueños no llegan al plano físico o sexual, ya que son escenas dominadas por la compañía, por la complicidad, el cariño y el cuidado mutuo. Es un amor con base en la admiración y en una conexión profunda que trasciende lo físico.
  4. A menudo, nos planteamos tener más de una relación. Sabemos que muchas personas de nuestro entorno no lo entenderían. Sin embargo, a veces podemos plantearnos la posibilidad de abrirnos al poliamor debido a que pensamos que sería muy enriquecedor tener esa pareja con la que hay una sintonía afectiva y sexual y, además, a esa persona que nos atrae solo de manera romántica.
  5. Si tenemos pareja, los sentimientos por esta no cambian. Este es quizá el aspecto más controvertido y problemático. Ser biromántico puede hacer que tengamos pareja, pero sintamos atracción romántica por otras personas. A pesar de ello, los sentimientos de amor y deseo sexual por el hombre o la mujer con quien compartimos vida y proyectos, no varían, son sólidos y auténticos.
  6. Cuesta mucho saber que se es biromántico. Hay personas que dedican horas de búsqueda en Internet y en foros especializados debido a que no conocían este término, pero intuían que otros podían sentir esta orientación romántica. Al final, cuando se logra identificarse y aclarar este patrón, se siente alivio, pero también curiosidad y se desea conocer a otros birománticos en los que apoyarse. Ser biromántico implica realizar un profundo viaje de autoconocimiento y autoaceptación.
  7. A veces nos sentimos perdidos o confundidos. Un efecto común del biromanticismo es que se dude de la identidad sexual. Esto puede hacer que, durante muchas veces, a lo largo de la vida, surjan sentimientos de confusión, de intimidación y hasta de vergüenza. Es frecuente que en más de una ocasión nos hiciéramos preguntas como las siguientes:
  • ¿Esto que siento es amor de verdad?
  • ¿Por qué me gusta esta persona, pero no la deseo de modo sexual?
  • ¿Si tengo estos sentimientos por alguien de mi mismo sexo significa que me define otra orientación sexual?