80 segundos tardó Lionel Messi en justificar la presencia de los 68 mil aficionados que llenaron el Estadio de los Trabajadores de Beijing. Cuando el partido (y los hinchas en Argentina) apenas estaba despertando, el 10 recibió en la puerta del área, se hamacó para su zurda y definió contra el palo más lejano de Matthew Ryan para darle el 1-0 a la Selección ante Australia.

Apenas se había jugado al fútbol en la capital de China cuando Enzo Fernández cortó una salida desde el fondo de los oceánicos. Como suele hacer, el 5 del Chelsea jugó simple para el capitán de la Albiceleste. Allí, el rosarino emuló una fórmula que rara vez le falló durante su carrera: sacarse un jugador de encima y pegarle al arco con una comba que parece que va afuera, pero siempre termina adentro.

Más allá de ser un amistoso, Messi rompió un récord personal en la Selección argentina, ya que fue su gol más rápido con la camiseta celeste y blanca: apenas 1 minuto y 20 segundos pasaron desde el pitazo del árbitro hasta el festejo.

Hasta este jueves, el tanto más veloz de la carrera del mejor del mundo con la Albiceleste había sido en el Mundial de Brasil 2014. Ante Nigeria, Messi tardó 2' 26'' en marcar el 1-0. Ese día, el equipo de Alejandro Sabella ganó 3-2 con un doblete del 10.

Como si fuera poco, la Pulga siguió buscando el 2-0 ante Australia después de frotar la lámpara. Después de una buena combinación con Alexis MacAllister y Ángel Di María, el capitán definió de derecha en el área. La pelota dio en la red, pero del lado que no suma.