Quién es García Maañón, el juez que mató a dos ladrones en Quilmes
El magistrado y su custodio se enfrentaron en un tiroteo contra cinco delincuentes que quisieron asaltarlos.
Un juez de Cámara de San Isidro y su custodio se enfrentaron en un tiroteo contra cinco ladrones que quisieron asaltarlos en Quilmes. Dos delincuentes murieron y otro se encuentra herido.
El hecho de inseguridad se registró el sábado cerca de las 18.30 en el cruce de las calles Cevallos, entre Castelli y Paso, en los límites de la villa El Monte, cuando cinco delincuentes armados interceptaron al auto en el que viajaban el juez Ernesto García Maañón junto a su custodia.
"Todos los delincuentes involucrados poseen frondosos antecedentes penales", explicó un investigador, quien añadió que el juez y su custodio se encuentran ilesos y que no llegaron a sustraerles ninguna pertenencia.
García Maañón es uno de los jueces con mayor trayectoria en el Departamento Judicial de San Isidro, donde en la actualidad integra la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías, que tuvo, entre otros casos, la reciente negativa de excarcelación de Robledo Puch.
El camarista, que tiene varios a sus familiares vinculados al Poder Judicial, también integró al Sala III que confirmó en abril último la elevación a juicio para los ocho acusados por el homicidio con dolo eventual de Diego Armando Maradona.
También actuó en el crimen de María Marta García Belsunce y el asalto a Baby Etchecopar.
Fue juez de primera instancia, luego juez correccional y tras la reforma del sistema acusatorio en 1998 se convirtió en juez de Cámara, con una carrera de más 25 años.
García Maañón también trabajaba como profesor de posgrado y doctorado en Derecho Procesal Penal en la Universidad del Salvador.
El hecho quedó a cargo del fiscal Martín Conde, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de Quilmes, y por la participación del menor de edad intervine la fiscal María Julia Botasso, del fuero juvenil 2 del mismo Departamento Judicial.
El arma Glock calibre 9 milímetros propiedad de García Maañón y una Bersa Thunder del mismo calibre del custodio del juez fueron secuestradas para su peritaje, al igual que un pistolón marca Rexio sin numeración que estaba en poder de uno de los delincuentes detenidos y el vehículo involucrado en el hecho.
El fiscal Conde ordenó que se realicen los dermotest a las dos víctimas junto con los jóvenes muertos e inició una investigación por los delitos de “homicidio y lesiones”, aunque no tomó temperamento hacía el juez ni con su custodia al considerar que actuaron dentro de la legítima defensa.