Celebran los 200 años del nacimiento de Charles Dickens

Los doscientos años del nacimiento de Charles Dickens -que se cumplirán el 7 de febrero-, se han convertido en el acontecimiento literario más relevante, especialmente en Inglaterra: exposiciones, nuevas versiones en cine y televisión de sus libros, biografías, ensayos y representaciones son algunas de las propuestas que invitan a recorrer el universo del autor de "Oliver Twist".

El mastodóntico Waterstone"s de Bloomsbury, una de las librerías más grandes de Londres, situada en el barrio literario y universitario por antonomasia y en el que residió Dickens gran parte de su vida, recibe con una vidriera lleno de títulos sobre el narrador, algunos tan contemporáneos como "Charles Dickens in Cyberspace", de Jay Clayton.

Además, la editorial Edhasa, en España, acaba de publicar "Dickens. El observador solitario", una biografía del novelista realizada por el escritor Peter Ackroyd, quien recuerda la dura infancia del autor de "Grandes esperanzas" (1860): ""Es algo que siempre tuvo presente. Creo que gran parte de su energía creadora nace en esa infancia y su visión del mundo se forja en aquellos momentos"".


"Los documentos póstumos del Club Pickwick", primera obra de Charles Dickens y "David Copperfield", considerada su obra más autobiográfica fueron reeditados por la editorial española Austral, en coincidencia también con el doscientos aniversario de su nacimiento.

La primera, que fue dada a conocer por entregas entre 1836 y 1837, catapultó al autor a la fama a los veinticuatro años. Las andanzas y despropósitos de esta historia se convirtieron no sólo en una de las más logradas obras de Dickens, sino también en un áspero retrato de la época.

Por otro lado, "David Copperfield", una de sus obras más importantes, convirtió a este libro en el más cercano a su corazón. El peso autobiográfico se plasma en que tanto David, como Dickens, vivieron una infancia feliz leyendo y asistiendo a la escuela, hasta que su suerte cambió.

"Todo mi ser se sentía tan imbuido de pesar y humillación al pensar en lo que había perdido que incluso ahora, famoso, satisfecho y contento, en mis ensoñaciones, cuando rememoro con tristeza aquella época de mi vida, muchas veces me olvido de que tengo una mujer y unos hijos, incluso de que soy un hombre", le confesó

Dickens a su amigo John Forster, autor de la primera biografía del escritor, "The live of Charles Dickens".
La transmutación íntima de su protagonista, las desdichas de la niñez, el trabajo como abogado, la condición de escritor y varios personajes de "David Copperfield" responden a la experiencia personal de Dickens.

Dickens en sus obras y su peripecia personal, íntimamente relacionadas, plasmó no sólo el pulso social de su época, también el terrible estado moral de una sociedad atrapada en la desigualdad y las convenciones.

En un Londres repleto de luces y sombras, en esa ciudad de las grandes esperanzas de Pip, la miseria infantil de Oliver Twist y David Copperfield, un joven se vio obligado a trabajar en una fábrica de betún en una sociedad que cambiaba a toda velocidad y un escritor trató de construir todo su mundo sobre ese vértigo. Como escribe Ackroyd: "En su obra lo real y lo irreal, lo material y lo espiritual, lo concreto y lo fantástico, lo mundano y lo trascendente conviven en precario equilibrio, solo resuelto por el vigor de la palabra creada. En eso consiste la magia de Dickens".

Los argumentos de Dickens han tenido buena suerte en el cine. El es probablemente, junto con Shakespeare, el escritor más adaptado por el cine y la televisión, principalmente en estudios británicos y en Hollywood. En cine, hay que mencionar dos películas inglesas de impecable clima dickensiano, dirigidas por David Lynch: "Grandes esperanzas" (1946), con John Mills, Valerie Hobson y Jean Simmons, y "Oliver Twist" (1948), con John H. Davies, Alec Guiness y Robert Newton. De esta hay una versión muda, de Frank Lloyd (1922) protagonizada por Jackie Coogan ("El pibe") y por Lon Chaney como el bandido Fagin. Hay además un musical, "Oliver" (1965), con dirección de Carol Reed, y el filme de Roman Polanski de 2005.

De "Grandes esperanzas" existe una versión de 1998, dirigida por Alfonso Cuarón, con Ethan Hawke y Gwyneth Paltrow.

En Hollywood George Cukor rodó "David Copperfield" (1935), con Freddie Bartholomew y W.C. Fields, y Jack Conway dirigió "Historia de dos ciudades" en 1935, con Ronald Colman y Edna May Oliver.

Del "Cuento de Navidad", además de la reciente adaptación de Robert Zemeckis (2009), en 3D y con técnicas del cine de animación, existe la versión ya clásica de Brian Desmond-Hurst (1951), con Alastair Sim como Scrooge.
Asimismo pueden citarse "Los papeles de Pickwick" (1952), de Noel Langley,

"La pequeña Dorrit" (1988), de Cristine Edzard, con Sarah Pickering, Derek Jacobi y Alec Guiness, y Nicholas Nickleby (2002), de Douglas McGrath, con Charlie Hunnam y Christopeher Plummer.

Peter Ackroyd sentencia que Dickens "fue muy popular y convocaba multitudes. En ese sentido, podemos decir que fue la primera celebridad global". El cine lo ha tenido muy en cuenta.