Neymar nunca ha destacado precisamente por ser el futbolista más respetuoso con el medio ambiente, pero esta vez lo va a pagar especialmente caro. Las autoridades braileñas acaban de anunciar que el delantero ha sido condenado a pagar una multa de poco más de 3 millones de euros por construir sin autorización un lago artificial en su mansión, a unos 130 kilómetros de Río de Janeiro. 

El 22 de junio, a raíz de una serie de denuncias a través de las redes sociales, las autoridades locales descubrieron varias infracciones medioambientales en la propiedad de lujo donde varios albañiles estaban construyendo un lago y una playa artificiales. Las autoridades cerraron el acceso y ordenaron el cese de toda actividad, pero los medios de comunicación brasileños informaron de que, tras su intervención, el futbolista celebró una fiesta y se bañó en el lago artificial.

Entre las decenas de infracciones detectadas, las autoridades citan la "realización sin autorización de obras sujetas a control medioambiental", la "captación y desvío ilegal de agua" y "toma y ocupación de tierras y vegetación sin autorización". Neymar dispone de 20 días para recurrir la sanción, que en un principio ascendía a cinco millones de reales, unos 950.000 euros. Una suma que toca poner en perspectiva, considerando el salario anual de uno de los deportistas mejor pagados del mundo: se estima que recibe entre 36 y 48 millones de euros al año.

Esta condena es una mala noticia más para el futbolista de 31 años, una que se suma a una temporada bastante complicada. Neymar se encuentra recuperándose de una cirugía en el tobillo derecho realizada en Doha el pasado mes de marzo. El delantero no juega desde febrero y, visto el panorama, las dudas sobre su continuidad en el PSG se afianzan.