A finales del mes de abril comenzaron las tareas para remover el embalsado de la Laguna Setúbal. La gran masa de vegetación cubría la Laguna y llegó a tener seis hectáreas de extensión y más de un metro y medio de profundidad.

La vegetación se fue afirmando en los viejos pilotes del ferrocarril emplazados en la Laguna y se convirtió en una gran barrera que perjudicó no solo a la navegación sino también a las estructuras edilicias que se encuentran en las cercanías.

En principio se abrió paso en dos pilotes, pero los trabajos no continuaron. "El río bajó metro y medio, dos, por lo tanto es muy complejo trabajar en las orillas. Lo último que logramos desprender quedó en un banco de arena por lo tanto se decidió esperar a ver que surge en el invierno cuando la vegetación de ja de  crecer y se seca", explicó por LT10 Roberto Rioja, secretario de Protección Civil de la provincia de Santa Fe.

El funcionario, comentó que la idea no era retirar el embalsado hasta las costas sino abrir paso lo máximo posible fundamentalmente para la navegabilidad y los deportes acuáticos.

"Analizaremos más adelante si es conveniente seguir ampliando el paso porque con lo que se abrió esas actividades se pueden cumplir", dijo Rioja, aunque reconoció que "lo ideal es que todo esté liberado".

En tanto, recordó que los vegetales crecieron en la zona de islas y se extendieron porque el río estaba muy bajo, pero consideró que es poco probable que vuelva a ocurrir. "Cuando el río pasó los cuatro metros después de la sequía la vegetación se desprendió y vinieron esos grandes lotes que quedaron en la Laguna".

Sobre la remoción y la continuidad de las tareas, Rioja señaló que al no producirse  una nueva bajante extrema "no hay riesgo que esta vegetación se forme fuera de lugar".

Audio: Escucha la entrevista completa con Roberto Rioja