Reino Unido cuestionó a la Unión Europea por reconocer el término "Islas Malvinas"
Luego de que la cumbre con la CELAC incluyera una moción clave sobre la cuestión de Malvinas, el gobierno kelper y el primer ministro británico cuestionaron la utilización de la denominación argentina.
La Cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Confederación de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), celebrada el 17 y de 18 de julio en Bruselas, sigue dando de qué hablar. Luego de haber incluido una moción clave sobre la cuestión de Malvinas en el documento final, el gobierno Kelper y el primer ministro británico, Rishi Sunak, criticaron al bloque europeo por utilizar la denominación argentina y reafirmaron el nombre "Falkland" para hacer referencia a las islas.
"The Falkland Island mantienen claro su nombre", planteó la vicepresidenta de la Asamblea Legislativa, MLA Teslyn Barkman, a través de un duro comunicado en el que aclaró además que la Unión Europea no modificó su punto de vista con respecto al territorio.
En sintonía, el primer ministro británico, a través de su vocero, calificó de "lamentables" las expresiones del bloque europeo y afirmó que habría sido "inaceptable que cuestionara el derecho de los isleños de las Malvinas a decidir su propio futuro". "Para ser claros, las Islas Malvinas son británicas, esa fue la elección de los propios isleños”, agregó.
Las aclaraciones llegan en el marco de los festejos del gobierno de Alberto Fernández por el "triunfo de la diplomacia argentina", luego de que por primera vez una cumbre birregional, incluyera en el punto 13 de la declaración en común el nombre "Malvinas".
El ítem contempla que “en cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas, la Unión Europea ha tomado nota de la posición histórica de la CELAC, basada en la importancia del diálogo y el respeto del Derecho internacional en la solución pacífica de controversias".
Desde las islas rechazaron la moción e instaron además a los estados miembros del bloque europeo a respetar "el deseo" de los habitantes de pertenecer al territorio británico y a la autodeterminación.
"El gobierno del Reino Unido respondió rápidamente a esta noticia, apoyando nuestros derechos a la autodeterminación y alentamos a los miembros de la UE a respetar los deseos de los habitantes de Falkland Islanders y referirse a nosotros por nuestro nombre propio: The Falkland Island como lo han hecho históricamente", expresó Barkman en representación de los isleños.
En medio de la controversia, y a pesar de que el Reino Unido abandonó la UE a fines del 31 de enero de 2020, el portavoz para Asuntos Externos de la Comisión, Peter Stano, aclaró que “la Unión Europea no está en condiciones de expresar ninguna posición sobre las Falklands/Islas Malvinas, ya que no hay ningún debate en el Consejo sobre este asunto”.
Fuentes de Cancillería remarcaron a la agencia Noticias Argentinas que no responderán a los cuestionamientos británicos. "Que hablen ellos, está claro que se trata de una derrota diplomática de Gran Bretaña”, precisaron.
Sin hacer eco de las declaraciones, Alberto Fernández publicó a través de sus redes que la Cuestión de Malvinas configura una causa nacional y destacó la declaración surgida de la Cumbre que nucleó a 27 estados miembros de la UE y a 33 países latinoamericanos.
Malvinas es una causa nacional.
— Alberto Fernández (@alferdez) July 20, 2023
Hemos dado un paso más, una victoria diplomática histórica: un pueblo entero ha llevado #Malvinas a una declaración birregional.
El compromiso de las y los argentinos con la defensa de los derechos de nuestra patria lo hizo posible. https://t.co/PgjnE2ahBs
Lo propio hizo el canciller Santiago Cafiero, quien planteó además que no se trata de un logro del gobierno sino "un pilar de la política exterior del Estado argentino" y cruzó a su par británico, James Cleverly luego de que este remarcara que "el 99,8% de los habitantes de las Islas Malvinas votaron para ser parte de la familia del Reino Unido".
"El pretendido 'referéndum' que invoca no tiene valor para el Derecho Internacional ni modifica lo estipulado por las más de 50 resoluciones de Naciones Unidas, ni la obligación del Reino Unido de poner fin al colonialismo en todas sus formas y resolver la disputa pacíficamente", contraatacó el canciller al tiempo reiteró la necesidad de retomar el proceso formal de negociaciones.