Mientras niega estar enamorada de Beto César y disfruta del suceso de "Barbierísima", Carmen Barbieri aseguró que todavía no pudo superar el revés amoroso que vivió en 2011. "Por la calle todavía me gritan cornuda", contó.

La capocómica se separó de Santiago Bal seis meses atrás, luego de descubrir una relación paralela del hombre con la joven Ayelén Paleo, una bailarina de tango de sólo 23 años.

Impactada por la noticia, la jurado de "Bailando por un sueño" concluyó, así, una relación que duró más de dos décadas, en medio de un asedio continuo de la prensa y la opinión de panelistas, colegas y oportunistas de turno.

"Por fuera estoy bien, pero por dentro sigo muy deprimida", le dijo Barbieri a la Revista Semanario, a quien recibió en su camarín en Mar del Plata, y le mostró su cuerpo con diez kilos menos.

No se trató, sin embargo, de una dieta, sino de la inapetencia provocada por el mal momento vivido. "Ahora estoy en stand by porque vino mi mamá, ella me obliga a tomar unos mates y a comer unas tostadas. Es que la semana pasada me bajó la presión y tuvo que venir la ambulancia. Se me cerró el estómago por todas las cosas que me pasaron. Pero ahora volví a desayunar y, de a poquito, voy volviendo a mi vida", explicó.

A los 57 años, la rubia se vio obligada a rehacer su vida, aunque rechazó los rumores de un romance con su ex marido y actual compañero de elenco Beto César. "Si bien está mi mamá y tengo amigas, estoy muy sola y el silencio es doloroso. Yo no estoy acostumbrada a eso, soy muy charlatana", contó.

Para Barbieri, a su dolor privado también debió sumarle la humillación pública. "Desde los autos en la calle todavía me gritan cornuda. Pero también me dicen que me ven mucho más linda ahora. Mi vida se dio vuelta como un panqueque. De un lado se quemó, pero del otro todavía se está cocinando. A los seis meses el dolor sigue siendo muy grande, pero ya no hay resentimiento ni odio. Tampoco hay paz, pero estoy tratando de rehacer mi vida", concluyó.