La Falda Rock: Una resistencia poética y musical a la dictadura
El periodista y escritor Néstor Pousa, autor del libro "La falda en tiempo de rock", repasa la historia del festival cordobés que nació en 1980, en plena dictadura cívico-militar.
Néstor Pousa es periodista y escritor cordobés. En esta entrevista detalló entre otras cosas, como surgió el Festival de La Falda de la mano del productor local Mario Luna. Fue el primero de rock nacional que puede considerarse federal, que atravesó tres décadas de manera discontinua. Y que por características similares se convirtió en un Woodstock vernáculo: “Tal vez sin pensarlo y sin querer emularlo, estuvo implícito en la realización de la primera edición de La Falda Rock en 1980. El espíritu que todavía se respiraba de aquel evento realizado en una zona rural de los Estados Unidos once años antes”, según explicó.
El autor del libro "La Falda en tiempo de rock" (2009) relató cómo se convivió con las fuerzas de seguridad de la dictadura, en medio del recelo que provocaba en los uniformados el rock y las movilizaciones de los jóvenes: “Se sabía que el evento estaba monitoreado por la Policía de Córdoba, a través del destacamento de La Falda. De hecho, nosotros veíamos circulando entre el público, vestidos de civil, a efectivos policíales que conocíamos, porque era toda gente de esta ciudad. Seguramente habría otros que no registrábamos que vendrían de Buenos Aires. Pero todo transcurría muy tranquilamente, salvo algunos incidentes que se producían por históricos rechazos con algunos artistas. Eso le dejó un sello injustamente negativo a La Falda”.
“Te digo más - concluyó Pousa - esto que estamos charlando lo hablé con Alfredo Rosso, Claudio Kleiman y Sergio Marchi también. Y concluimos, con que no estamos de acuerdo que hayan pasado esas cosas. Pero que sucedían por un contexto y en todos los festivales donde alguien se subiera a un escenario y pudiera ser víctima de la intolerancia de un grupo. Daniel Melero lo dijo muy clarito, en La Falda: ´Lamentablemente tenemos que venir a recibir las frutas que no se animaron tirarle a los represores´”.
- ¿Coincidís con la apreciación que el Festival de Rock de La Falda surgido en 1980 fue el primero al que podríamos tildar de federal?
- No tengo un estudio hecho al respecto, pero me animaría a decirte que sí. Sin dudas, fue el puntapié inicial para los festivales de rock que ahora son tan comunes por todo el país. Con una salvedad, hubo un fallido antecedente muy importante en la plaza Próspero Molina de la ciudad de Cosquín que se llevó a cabo el 21 de febrero de 1976 a días del golpe militar. Producido por la misma persona Mario Luna, locutor y productor local que en aquel tiempo tenía un programa radial con mucha audiencia llamado Alternativa. Donde le daba mucho espacio al rock nacional apoyado por Jorge Álvarez, fundador del sello Mandioca.
- ¿Cómo es que el festival termina mudándose a la localidad de La Falda?
- Mario se dio cuenta que no era por ahí y estuvo cuatro años hasta encontrar un espacio propicio para seguir con su idea. Un colega le dijo un día que en La Falda había un teatro municipal que era un lugar apto. Así nació el festival que se llevó a cabo los días 9 y 10 de febrero de 1980 en plena dictadura militar. Un evento inédito en su estilo donde participaron León Gieco, Serú Girán, Nito Mestre, Vox Dei entre otros artistas consagrados. Y muchas bandas de Córdoba, Santa Fe, Mendoza y la provincia de Buenos Aires. Por otra parte, debo decir que inicialmente se iba a llamar Festival Argentino de Música Contemporánea, pero por la longitud del nombre y por la idea de vincularlo fuertemente con esta localidad cordobesa lo cambiaron por Festival de Rock de La Falda.
- Otro hecho que caracterizó al festival fue que atravesó 3 décadas: los ‘80, ‘90 y 2000, con los cambios sociales, políticos y musicales que hubo.
- Es buena la observación. Después hay que sumarle dos ediciones un poco más chicas que se hicieron en el 2017-18, que no están reflejadas en mi libro La Falda. En tiempo de rock (2009), porque salió antes. Por otra parte, lo que caracterizó al festival por lo menos en la concepción de su primer organizador, fue el tener una variedad de estilos sin quedarse solamente en el rock. De hecho el “Cuchi” Leguizamón en el año 84 tuvo su homenaje en La Falda y actuaron grupos como Los Trovadores y La Fuente. Expresiones que estaban más relacionadas con un folclore de corte más latinoamericano y de proyección, y no con el más tradicional de Cosquín. También es recordado el paso de Músicos Populares Argentinos (MPA) que integraba el Chango Farías Gómez junto a Peteco Carabajal y Jacinto Piedra.
- Me gusta definir a La Falda como un festival de la resistencia, porque nace en dictadura y reaparece en dos momentos muy difíciles para el país: el ´92, pleno menemismo; y en el 2002, luego del colapso de diciembre de 2001.
- Es que el rock siempre fue una reacción musical y pacífica a todas estas cosas. Tal vez por eso no prohibió el festival el gobierno de facto. Una resistencia poética y muy inteligente, como la que hacía Charly García, que cuando escribía sobre la realidad del país lo hacía sin que nos diéramos cuenta, por lo menos en ese momento. Y eso ocurrió en los 3 momentos que mencionás. Algo que no está ocurriendo tanto ahora, donde la música rock se ha industrializado de tal manera que es un gran negocio para mucha gente. Por eso existen mega recitales para 100 mil personas. Te puedo asegurar que, en aquellos años, eran muy pocos los que ganaban plata. Organizar un festival como el de La Falda, no le garantizaba a la producción hacer una diferencia económica que le permita soñar con realizar otro al año siguiente.