La Argentina pasó por un filtro antes de ser invitada a BRICS
El bloque quiere acelerar su impulso para reorganizar un orden mundial que considera anticuado
La Argentina fue invitada al bloque BRICS como fruto de un proceso de selección a partir del cual fue elegida junto a otros cinco países que desplazaron a varios aspirantes, por caso Bolivia.
El bloque quiere acelerar su impulso para reorganizar un orden mundial que considera anticuado, planteó un artículo de la agencia de noticias Reuters.
Al decidir a favor de una expansión -la primera del bloque en 13 años- los líderes del BRICS dejaron la puerta abierta a una futura ampliación, ya que docenas de países más expresaron interés en unirse a un grupo que esperan pueda nivelar el campo de juego global, apuntó ese medio.
La expansión añade peso económico a los miembros del BRICS, compuesto actualmente por China, la segunda economía más grande del mundo, así como Brasil, Rusia, India y Sudáfrica.
También podría amplificar su ambición declarada de convertirse en un defensor del Sur Global.
Pero podrían persistir tensiones de larga data entre los miembros que quieren convertir al grupo en un contrapeso para Occidente -en particular China, Rusia y ahora Irán- y aquellos que continúan alimentando estrechos vínculos con los Estados Unidos y Europa.
Originalmente un acrónimo acuñado por el economista jefe de Goldman Sachs, Jim O'Neill, en 2001, el bloque fue fundado como un club informal de cuatro naciones en 2009 y añadió Sudáfrica un año después en su única expansión anterior.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, había presionado abiertamente para la inclusión de su vecina Argentina, mientras que Egipto tiene estrechos vínculos comerciales con Rusia e India.
La entrada de las potencias petroleras Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos pone de relieve su alejamiento de la órbita de Estados Unidos y su ambición de convertirse en pesos pesados mundiales por derecho propio.
Rusia e Irán hallaron una causa común en su lucha compartida contra las sanciones y el aislamiento diplomático liderados por los Estados Unidos, y sus vínculos económicos se han profundizado tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú.
"Los BRICS no compiten con nadie", advirtió el ruso Vladimir Putin, quien asistió a la cumbre de forma remota debido a una orden internacional por presuntos crímenes de guerra.
Enseguida, el líder ruso aclaró: "Pero también es obvio que este proceso de surgimiento de un nuevo orden mundial todavía tiene oponentes feroces".
En la Argentina, por ejemplo, habrá recambio institucional antes de que se produzca el ingreso efectivo del país al bloque, previsto para el 1 de enero de 2024 y dos de los tres candidatos que a priori aparecen con mayores chances de ganar la elección, se alinean con los Estados Unidos e Israel.
Son Javier Milei y Patricia Bullrich Luro Pueyrredón, quienes ya anticiparon su oposición pero además, miembros de otros bloques reclaman que la decisión final de este tema pase por el Congreso de la Nación.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, celebró la invitación de su país a los BRICS como un golpe a Washington, diciendo en la cadena de televisión iraní Al Alam que la expansión "demuestra que el enfoque unilateral está en camino de decaer".
Pekín está cerca de Etiopía y la inclusión del país también habla del deseo de Sudáfrica de amplificar la voz del denominado continente negro en los asuntos globales.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, asistió al anuncio de expansión del jueves, lo que refleja la creciente influencia del bloque.
Se hizo eco de los llamados de larga data de los BRICS a favor de reformas del Consejo de Seguridad de la ONU, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
"Las estructuras de gobernanza global de hoy reflejan el mundo de ayer". Para que las instituciones multilaterales sigan siendo verdaderamente universales, deben reformarse para reflejar el poder y las realidades económicas actuales", declaró.
Los países BRICS tienen economías que son muy diferentes en escala y gobiernos con objetivos de política exterior a menudo divergentes, un factor que complica el modelo de toma de decisiones por consenso del bloque, anotó finalmente Reuters.