Pura emoción: la Mona Jiménez y su hija Natalia en una charla inolvidable
El popular cuartetero la Mona Jiménez le contó a su hija detalles de cómo fueron sus orígenes bien humildes y se emocionaron juntos en un video que conmovió a todos.
Esta semana se conoció que la Mona Jiménez debió ser internado de urgencia en la terapia intensiva del Instituto Modelo de Cardiología de Córdoba tras sufrir un principio de ACV (accidente cerebrovascular) lo que alertó a sus muchos seguidores amantes del cuarteto.
Por suerte, con el correr de las horas las noticias sobre la salud del popular cuartetero de 72 años eran buenas y su cuadro presentó importantes mejorías.
En un video que subió su hija Natalia a Instagram, se ve una profunda charla de ella con su padre donde él le cuenta su infancia muy humilde y terminaron envueltos en llanto.
"Disfruto de tu simpleza, de tus ojitos llenos de lagrimas, ese ratito juntos en mi corazón para toda la vida", indicó Natalia en su posteo al mostrar el video con el emotivo diálogo con La Mona.
“No sabía que existía un baño. Yo siempre de cuclillas para hacer mis necesidades, en la casa de mi abuela y en mi casa. No supe lo que era un baño”, comenzó contando el cuartetero ante la atenta mirada de su hija.
“Por eso cuando llego a Luz y Fuerza mi papá nos dijo: ‘Nos dieron la casita porque cumplí 20 años en la empresa, que tiene 2, 3 dormitorios, hay un baño, una cocina y un patio al fondo’. Mi papá ahí puso frutales, de duraznos, manzanas, ciruelas y un gallinero", continuó.
"Yo me asombré cuando vi la pieza mía porque era grande, era como la habitación donde estábamos durmiendo todos en la cocina. Yo tenía 6 años y cuando llego me asombré de ver la pieza tan grande, pero lo que no entendía qué era fue cuando me mostraron el baño”, remarcó La Mona Jiménez.
“Mi papá me dijo: ‘Este es el baño, donde vos vas a hacer tus necesidades, te vas a poder sentar, y esto es para que te lavés la cola’. Mi mamá me bañaba ahí en invierno, con agua caliente y me pasaba un esponja abajo de los brazos, en la cabeza, en todos lados, hacía mucho frío en invierno, hacía cero grados”, siguió movilizado el artista.
Y remarcó con humildad: “Bueno, cuando vi el baño me metí en la ducha y me metí con ropita y todo porque era verano. Y abrí la canilla y me metí abajo del agua fría. Fue muy hermoso, fue lo más lindo que tuve en mi vida, haber conocido un baño". Natalia no pudo evitar quebrarse y los dos se tomaron fuerte de la mano, en un momento de padre e hija inolvidable.