Causa Guerrieri IV: condenan a prisión perpetua a los 16 acusados

El TOF 1 de Rosario aplicó la pena máxima para ex militares y ex policías acusados de delitos de lesa humanidad en centros clandestinos de detención de la ciudad y alrededores, durante la dictadura.

El Tribunal Oral Federal Nº 1 condenó este lunes a prisión perpetua a los 16 represores acusados por delitos de lesa humanidad en Rosario y la región, en el juicio de la causa denominada Guerrieri IV, por la que pasaron 155 testigos durante el último año.Ya son 16 los juicios por la Memoria, Verdad y Justicia que se realizan en Rosario desde 2006. Con el veredicto de este lunes, los condenados en estos 17 años llegan a 56. Hay, además, 164 personas imputadas. 

Se trató del proceso por diversos delitos como secuestro, torturas, tormentos y asesinato en perjuicio de 81 personas, cometidos en centros clandestinos de detención (CCD) de Rosario, Funes y Granadero Baigorria. Esto es, La Calamita, Quinta de Funes, Escuela Magnasco y la casa quinta La Intermedia, así como también la Fábrica Militar. 

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Quienes resultaron condenados, muchos de los cuales ya con penas similares en los tramos anteriores de la causa Guerrieri, son Pascual Oscar Guerrieri (el jefe militar que le da el nombre a la causa); Jorge Alberto Fariña; Juan Daniel Amelong; Marino González; Ariel López; Juan Andrés Cabrera; Rodolfo Isach; Walter Pagano; Eduardo Costanzo; Federico Almeder; Juan Carlos Faccendini; Juan Félix Retamozo; Enrique Andrés López; José Luis Troncoso; Osvaldo Tebez; Oscar Roberto Giai y Roberto Raúl Squiro.

Con esta sentencia, se suman cinco nuevas perpetuas, llegando a ser 56 los condenados en 17 años de juzgar genocidas. Desde 2006, hay en total 164 imputados de los cuales 37 están en prisión domiciliaria, siete detenidos y siete prófugos. Los juicios que se celebraron en Rosario ya alcanzaron los 16. 

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La causa

El planteo fiscal apuntó a la consumación de un sistema sistemático de represión en lugares donde las víctimas quedaron cautivas de manera ilegal, "sometidos a un régimen de vida incompatible con la dignidad humana y al padecimiento de tormentos tanto físicos como psíquicos, de los cuales algunos pocos recuperaron la libertad y otros fueron asesinados durante sus cautiverios, ocultándose, por parte de sus perpetradores, tanto tales acontecimientos como el destino de sus restos mortales”.

 

 

Este juicio que culminó este lunes tuvo la particularidad, además, de que abordó delitos con niños y niñas como víctimas, es decir, los menores que vivieron el secuestro o asesinato de sus familiares en carne propia, o que incluso fueron detenidos junto con sus padres.