River Plate no pasó del empate frente a Almirante Brown

El Millonario, con un rendimiento irregular, empató 1-1 con la Fragata en Isidro Casanova y quedó a un punto de la cima. Cavenaghi (PT 13m) abrió el marcador, pero Cisterna (PT 24m) equilibró.

River debió conformarse con un 1-1 frente a Almirante Brown en Isidro Casanova, en un duelo que lo dejó con un sabor muy amargo a partir de las irregularidades exhibidas. En la reanudación del Torneo Nacional, el Millonario no supo sostener un rendimiento equilibrado frente a un rival batallador y debió conformarse con un punto que le sirve poco. Instituto, el único líder, tiene uno más e intentará ampliar la diferencia en su visita a Ferro desde las 18.45.

Como un paciente esquizofrénico y depresivo, el equipo de Almeyda mostró dos personalidades en los primeros 45 minutos. Durante la primera quincena, River sacó a relucir su potencial ofensivo y creó un circuito de juego para explotar a sus figuras. Cirigliano y Ponzio gobernaron el mediocampo, Vella y Ocampos tomaron las bandas, Domínguez desparramó fútbol y Cavenaghi se conectó con eficacia. Almirante Brown pecó por defender a sólo 25 metros de su arco y tuvo un arranque flojísimo. El premio para el visitante llegó a los 13: asistencia del Chori y definición de Cavenaghi por arriba del arquero. Había pronóstico de goleada?

Así como es capaz de entusiasmar rápido, River también puede hacer llorar en menor tiempo. A partir de los 20, los de Núñez comenzaron a sangrar a partir de las trepadas de Garré a espaldas de Vella y Ponzio. El primero confirmó sus carencias en la marca y el segundo dejó espacios por su tendencia a cerrarse. La Fragata logró reaccionar y levantó vuelo a partir del pivoteo de Vega y los pases de García. El empate llegó a los 24: tiro libre de García, Vega dio un rebote que nadie despejó y Cisterna anticipó a todos con un toque abrupto. Desde allí, River naufragó en sus lagunas y fue dominado por su humilde rival, que tuvo otras tres chances para marcar.

Almeyda optó por afrontar el complemento sin Domínguez, su conductor, y apostó por Ríos. Una jugada que tuvo consecuencias obvias: River profundizó su falta de rumbo ya sin uno de sus ejes. El juego volvió a radicarse en campo del local, que se retrasó nuevamente sin pasar grandes sustos. El choque se tornó reñido y muy cortado, plagado de tiros libres a los que el Millonario nunca les sacó mucho jugo. Toda la ilusión de River quedó sujeta a algún pase aislado de Ríos o a la lucha en soledad de Cavenaghi. Pasados los 25 minutos, el circuito colectivo brillaba por su ausencia y Almirante lucía cómodo en el terreno de la lucha media.

Recién con el ingreso de Villalva a los 25 se produjo una insuficiente resurrección del juego de River. Con el Keko abierto por izquierda y Ríos por derecha, el Millonario arrinconó a su rival con mayor decisión y creó dos oportunidades nítidas para festejar. Sin embargo, Rogelio Funes Mori falló ambas: en la primera no pudo con Monasterio y después lo frenó el travesaño. La falta de contundencia volvió a ser determinante para el elenco del Pelado, que había mostrado un déficit similar la semana pasada ante Boca. No hubo tiempo para más en La Matanza y el reparto de puntos fue un castigo para la confusión interna de River. Ella fue su principal enemiga durante la tarde.