Los republicanos salen a la conquista del Oeste
Mitt Romney parte como favorito ante Newt Gingrich en Nevada, en una nueva jornada de elecciones internas por la candidatura presidencial. El vencedor de las primarias enfrentará a Barack Obama en noviembre.
Pese a sus polémicas declaraciones de esta semana sobre los estadounidenses más pobres, el ex gobernador de Massachusetts, de 64 años, cuenta según los sondeos con una ventaja de entre 20 y 25 puntos sobre sus opositores en Nevada, primera elección en el oeste norteamericano para la investidura republicana.
Sin embargo, ninguno de sus tres rivales -especialmente el más fuerte, Newt Gingrich- parecen decididos a abandonar la campaña y ya se preparan para los próximos comicios de las primarias, en Colorado (oeste).
La incógnita de la votación de este sábado no está tanto en saber si Mitt Romney va a ganar, sino si verdaderamente marcará una buena diferencia. En un Estado donde reside un gran número de mormones, la religión que profesa Romney, los observadores consideran que recibir menos del 50% de los votos sería un fracaso para él.
"¿Podrá mejorar el 50%, el porcentaje que obtuvo hace cuatro años?", se preguntó David Damore, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Nevada. "Todo el mundo sabe que él va a ganar, ¿pero en qué proporción y con cuántos votos?", dijo Damore.
Romney espera obtener su tercera victoria sobre su rival Newt Gingrich, tras sus triunfos en New Hampshire y Florida. Pero una serie de pasos en falso han empañado su imagen esta semana, y suscitan la duda sobre su interés por los electores ordinarios, especialmente luego de que hubiera declarado que no hará nada "por los estadounidenses más pobres", que según él ya cuentan con "una red de seguridad" en Estados Unidos.
El candidato se preocupó por rectificar sus dichos el viernes. "Me expresé mal. Cuando se tienen no sé cuántas miles de entrevistas, sucede que uno se equivoca y me expresé mal, es tan simple como eso", dijo a KSNV, una cadena de televisión de Nevada. Romney aseguró que su prioridad será "ayudar a la gente que forma parte de la clase media y de extender la clase media" y que pretende defender la red de seguridad que protege a los más pobres.
Pero Gingrich ha reiterado sus ataques contra su rival ante sus militantes. "Romney intenta recuperarse de su error", dijo. "Ahí hay un buen ejemplo de lo que no se quiere oír por parte de un candidato a la elección presidencial", añadió.
Romney también provocó cierto escozor entre el electorado con la publicación de su última declaración de impuestos, donde aparece que ganó 20 millones de dólares gracias a sus inversiones en 2010, y sobre los que ha pagado nada más que 13,9% en impuestos, mucho menos que lo que paga en porcentaje la mayoría de los trabajadores estadounidenses.