Messi le pagó la entrada a los hinchas que colmaron el Monumental
Si bien el Monumental tardó más de lo pensado en verse prácticamente lleno -quedaron algunos huecos en las zonas altas de las tribunas-, la gente no decepcionó nuevamente y pintó de los colores celeste y blanco cada rincón del renovado estadio.
La gente comenzó lentamente a llenar las tribunas del Monumental desde que se abrieron las puertas a las 17.15, unos minutos después de lo estipulado por el operativo de seguridad llevado adelante por la Policía de la Ciudad.
Si bien el Monumental tardó más de lo pensado en verse prácticamente lleno -quedaron algunos huecos en las zonas altas de las tribunas-, la gente no decepcionó nuevamente y pintó de los colores celeste y blanco cada rincón del renovado estadio.
Las banderas y los cantos hicieron alusión todo el tiempo al título conquistado el pasado 18 de diciembre contra Francia, en la calurosa Qatar.
El primer gran estallido se dio pasadas las 19.30 cuando bajó la Selección del micro y las cámaras enfocaron a Lionel Messi. Es que ahí, automáticamente comenzaron los gritos al unísono y luego esto se repitió cuando aparecieron Rodrigo De Paul y Leandro Paredes en la cancha, a modo de cábala.
El "dale campeón, dale campeón" irrumpió con toda la fuerza cuando a las 20.20 saltaron al campo todos los jugadores, con Messi a la cabeza.
En menos de un puñado de segundos los presentes comenzaron a corear: "Que de la mano de Leo Messi, todos la vuelta vamos a dar" en referencia a los recientes títulos ganados en la Copa América 2021 en Brasil ante el local, Finalíssima 2022 en Inglaterra contra Italia y el Mundial de Qatar 2022 frente a Francia.
Messi se acercó a Belgrano baja y saludó con las palmas para arriba antes de plegarse a los trabajos precompetitivos de cara al debut.
Los hinchas celebraron cada movimiento del rosarino, que podría estar en sus últimos partidos con Argentina en el país si es que decide ponerle punto final a su camino después de la próxima Copa América, a jugarse el año que viene en los Estados Unidos.
Un simple gesto como una mirada o un tiro en soledad durante el trabajo previo alcanzó para una ovación total.
Los otros que completaron el podio fueron Ángel Di María, sin dudas uno de los mimados desde el gol a Brasil en la final de la Copa América, y Emiliano "Dibu" Martínez, al que le pidieron que baile en el trabajo específico hecho en el arco de la Sívori.
Además, la gente se acordó de Diego Maradona, con el clásico grito de "Diego, Diego" y varias banderas alusivas al astro fallecido en 2020. La conocida, con la camiseta azul de Italia 1990 y en posición de rezo, con un aura sobre su cabeza.
"Consiguió varios milagros. No lo olvidamos", repitieron dos fanáticos en la antesala del partido.
La noche continuó con un emotivo himno nacional, entonado por el cantante Abel Pintos, y que llenó de lágrimas a más de uno en lo que fue la primera presentación por los puntos del equipo campeón del mundo.
Ya durante el partido, el público sostuvo el calor de una noche fría y mojada por la constante llovizna. E incluso levantó al equipo, que en el primer tiempo no encontró los caminos.
"Ponga huevos, huevos la Argentina, ponga huevos sin cesar", bajó de todos los costados en el inicio del segundo tiempo y la respuesta llegó desde adentro con un remate alto por parte de Enzo Fernández, uno de los queridos.
Además, el público jugó su partido en cada falta contra Messi y en cada intento de hacer tiempo por parte de los ecuatorianos, que se refugiaron en el reloj como principal arma para hacerle perder la paciencia a los de Lionel Scaloni.
"Fideo, Fideoooo", retumbó nuevamente cuando el ahora futbolista de Benfica salió a hacer su calentamiento desde el banco de suplentes.
Todo estalló cuando Messi agarró la pelota y en el tiro libre le dio el premio a la gente, que pasó frío, se mojó y pagó precios altos por las entradas. El rosarino, una vez más, jugó para aquel que lo ve una sola vez en la vida.
"Esta es la banda de la Argentina, que está bailando de la cabeza....", hizo vibrar el suelo del Monumental.
La ovación final se dio cuando el reloj marcaba 42 minutos y Lionel Messi, como pocas veces, salió del campo para dejarle el lugar al joven Exequiel Palacios.
Aplausos, gritos y ovación, como siempre, porque amor con amor se paga, como Messi les abonó las entradas con la definición por encima de la barrera ecuatoriana.