Los mejores trucos para sacar buenas selfies
Cómo aprovechar la luz y otros factores a la hora de tomar las fotos.
Si por más que te tomes muchas selfies sentís que no estás satisfecho con la imagen que sacaste, estos son algunos trucos que te pueden servir de ayuda.
Siempre preferí la luz natural
Es la mejor alternativa, por lo que en lo posible priorizá su uso por sobre la luz artificial, aunque podés combinar luz natural y un anillo de luz led, por ejemplo, a modo de potenciarla.
Instintivamente entrega una sensación de armonía y es más acogedora, hará que tus fotos luzcan mucho más naturales y evita el brillo en el rostro. No es solo la luz directa del sol, sino que también puede ser la iluminación que entra por la ventana en una habitación durante el día o la luz de la luna en la noche.
Procurá que la luz llegue a tu rostro de modo frontal, para evitar sombras, a no ser que quieras hacer un juego fotográfico de luces y sombras, que pude resultar muy bien, indica el portal Superprof.
Aprovechá la hora dorada y la hora azul
La famosa “golden hour” es el momento del día donde, debido a la posición de la Tierra, la luz del sol en el cielo cubre todo con un halo dorado. Transcurre justo antes de la puesta de sol y, si estás al aire libre, notarás que el cielo cobra un color azul que contrasta bien con los demás elementos.
Por otro lado, la hora azul transcurre justo después de la puesta de sol, donde el cielo tiende a tomar una tonalidad azul que también queda bien en las fotografías y no produce sombras. Tené en cuenta que cuando el sol se escondió, es recomendable que uses un trípode para mayor estabilidad y que las imágenes no salgan con movimiento, borrosas o poco nítidas.
Cuida el brillo de la cara
Siempre es mejor salir con un rostro mate, sin brillo que cause distracciones. Previamente podés pasarte un pañuelo por el rostro o algo de polvo traslúcido. El uso de flash producirá brillo casi inevitablemente, por lo que si podés, evitá su uso.
Conocé tus ángulos y tu “lado bueno”
Conocé las características de tu rostro, probá tomándote algunas fotos desde distintos ángulos: de frente, de perfil, con el rostro ligeramente inclinado hacia la izquierda o hacia la derecha, ligeramente desde arriba…
Revisalas y pensá en cuáles te agrada más cómo salís. Según el ángulo y la posición que adoptes, tu rostro se verá más afilado o redondo, los ojos más redondos o rasgados, etc.