Facundo Farías, el luchador de la vida que llegó a la Selección

La Joya con 21 años le tocó vivir duros obstáculos en su vida, los superó y ahora fue citado a la Selección Argentina.

Facundo Farías nació en la ciudad de Santa Fe y en sus 21 años de edad, nunca había salido de Argentina antes de que lo comprara el Inter Miami. Ahora vive en Fort Lauderdale, con su esposa Angi Olivera y su hijo Valentino, que nació en junio.

Cuando era niño, Farías se pasaba todo el día con una pelota en los pies y jugaba al fútbol en canchas improvisadas en descampados de barrio Los Hornos, en Santa Fe Capital. Hasta que un día su mamá, Mónica, lo inscribió en la academia de fútbol Corinthians, de dónde salieron muchos jugadores que después pasaron a Colón y Unión, los equipos más grandes de la ciudad.

Este agradable comienzo cambió cuando su mamá murió de cáncer a sus 10 años. Poco después también murió su abuelo. Entonces, Farías y su hermana quedaron al cuidado de su papá, su otro abuelo y el resto de la familia. “Toda mi familia ha sido un pilar de fortaleza para mí”, dijo en una entrevista con el sitio The Athletic.

A los 13 años, Farías pasó de la academia Corinthians a Colón de Santa Fe, el equipo del que es hincha. En las inferiores del Sabalero se destacó rápidamente y lo empezaron a llamar “La Joya”.

Farías siguió su destacable recorrido por las inferiores rojinegras, hasta que en el 2019 debutó en primera con 17 años. Luego firmó su primer contrato profesional en febrero de 2020 y le pusieron una cláusula de 10 millones de dólares.

Poco después del ansiado debut, llegó la pandemia de COVID-19, que detuvo el mundo entero, y al fútbol argentino lo paralizó por ocho meses. En 2021, la desgracia golpeó de nuevo al chico que criado en Los Hornos, el coronavirus se llevó a su papá y al abuelo que le quedaba. A los 19 años Farías quedó huérfano.

 

Intenté ver las cosas positivamente porque todavía tenía a mi hermana. Tenía 19 años cuando mi padre y mi abuelo fallecieron, así que quedé a cargo de mi casa

 

Según él mismo relató en la entrevista con The Athletic, era un peso inimaginable para un adolescente. “Asumir ese rol me obligó a seguir en este camino. No quería que mi hermana me viera llorar”.

 

En este contexto, Farías destacó el apoyo de sus tíos y tías, quienes fueron muy importante para él y su hermana. “No siempre tuvimos los medios, pero el amor y la comprensión fueron muy importantes, especialmente cuando hay opciones negativas tan cerca de ti”.

 

Las opciones negativas que marca Farías, son las mismas que habitan en cualquier barrio humilde de la Argentina, la droga y la delincuencia, que llevan a la cárcel o a la muerte temprana. El dolor que afrontó Farías podría haber sido suficiente para desviarlo por ese camino. Pero a él también lo salvó lo mismo que a otros chicos que viven lo mismo en Argentina y en todo el mundo, el fútbol.

El fútbol mantiene a los niños alejados de las drogas y la delincuencia, Farías reconoce durante la entrevista con el medio británico que: “Me alejó de esas cosas. Y también esas pérdidas en mi vida. Tenía que centrarme más en el fútbol y no desviarme por otros caminos”.

 Cuando se reanudó el fútbol en Argentina, Colón encontró su mejor versión en la Copa de La Liga. Farías anotó dos goles y sumó una asistencia y conformó un sólido equipo que llegó a la final. En el partido definitorio, Farías se ausentó por dar positivo en una prueba de COVID-19. Igualmente, Colón derrotó 3-0 a Racing y gritó campeón por primera vez en su historia.
 La Joya Farías se destacó en el Colón campeón, lo que generó que se lo compare con Carlos Tévez, reconocida figura del fútbol mundial y de Boca Juniors, por su forma de jugar y su parecido físico. Hasta en sus duras infancias se parecían.
 Ese verano, durante el mercado de pases, coqueteó con Boca Juniors y con clubes del exterior, por lo que Colón le subió la cláusula de rescisión de 10 a 12 millones de pesos. Estaba destinado a convertirse en una transferencia de mucho dinero para un club que no está acostumbrado a esas cifras.

 Pero en septiembre de 2022, Farías sufrió otro revés. Se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha en un partido contra Talleres de Córdoba y su futuro quedó en suspenso.

 

 Volvió de su lesión, pero le costó destacarse en el conjunto sabalero. En el próximo mercado de pases, Farías fue traspasado al equipo de Florida de la mano de Gerardo “Tata” Martino, compatriota y técnico del Inter de Miami, quien lo eligió para ser uno de los tres fichajes sub-22 del club ese verano. El equipo de la MLS le pagó $5.5 millones a Colón por el pase.

 El arribo de Farías al Inter de Miami fue después de la llegada de Lionel Messi al equipo, lo que aceleró su decisión de viajar a Estados Unidos a jugar la MlS y compartir vestuario con el mejor jugador del mundo. A pesar de estar lejos de ojos europeos.

 Ahora, Farías se sienta al lado de Messi dentro del vestuario del Inter Miami. Farías dice que: “Hay que disfrutar (a Messi) lo más que se pueda”, y continuó: “Estoy aprendiendo mucho de Leo y de todos los demás”.

 Hasta el momento, Farías marcó 3 goles y 2 asistencias en 10 partidos en la MLS. Además, recibió su primera convocatoria de  Lionel Scaloni a la selección Argentina, para enfrentar a Paraguay y Perú en la doble fecha de las eliminatorias de la Copa Mundial, que se jugará el 2026 en Estados Unidos, Canadá y México.
 El santafesino fue una de las sorpresas en la lista que presentó Scaloni, pero eso no importa para Farías, quien después de los duros golpes que la vida le dio, es  “lo suficientemente fuerte como para estar donde estoy hoy. Cuando era niño quería ser futbolista. Si no sucedía, está bien. Pero hubiera muerto sabiendo que lo intenté todo para lograrlo. Afortunadamente funcionó”.