Marcelo Bielsa es un entrenador de muchos pergaminos. Acostumbrado a una ética de trabajo profesional, sus equipos suelen estar a la altura de su nombre. La Selección argentina que dirigió arrasó en las Eliminatorias y luego fracasó en el Mundial 2002, quizás el golpe más duro de su carrera. Primero Chile y ahora Uruguay le dieron la oportunidad de volver a las Eliminatorias que tanto domina y ayer dio una muestra de vigencia con la Selección charrúa, tras ganarle a Brasil después de 22 años. 

Aún así, el prestigio adherido a su nombre no le impide reconocer, con la humildad que siempre intenta mostrar, el trabajo de otros entrenadores. Este martes fue el turno del actual DT de la Selección argentina, Lionel Scaloni, quien por esas vueltas de la vida debutó como jugador con la camiseta argentina (en mayores) con el Loco sentado en el banco. Al menos en cuestión de títulos, el alumno superó al maestro. 

Sobre el trabajo que viene haciendo su antiguo dirigido, Bielsa reconoció: "Argentina está dentro de un ciclo brillante. No solamente en los resultados, sino en la vigencia y en el apetito por seguir ganando, y por el tipo de fútbol que construye y el recambio que está instrumentando. Todas esas cosas siempre agigantan la dimensión de una potencia".

El elogio y el respeto mutuo generan un contexto, en la antesala al partido en el que ambos se verán las caras nuevamente, alumno y profesor, cuando la Selección argentina y la de Uruguay se enfrenten en el marco de la fecha 5 de las Eliminatorias, en el estadio Mario Alberto Kempes, en noviembre próximo. 

Luego, Argentina intentará seguir defendiendo su sensacional presente en su visita a una golpeada Brasil, sin Neymar recientemente lesionado. Por su parte, los charrúas de Bielsa serán locales ante Bolivia para intentar hackear la tabla.