Las restricciones a las importaciones que el gobierno nacional está llevando adelante está afectando el negocio de las marítimas que operan en el país.

Este es el caso la naviera Mediterranean Shipping Company (MSC), que dejó de operar en el puerto de Rosario.

Aunque el amarradero de la provincia santafesina no se caracteriza por tener un gran movimiento de carga de contenedores, la naviera conectaba este punto con los puertos de Brasil y Uruguay desde 2008.

Con un buque de 1.300 Teus tenía una frecuencia semanal y operaba casi el 70% de los contenedores que moviliza la Terminal Puerto Rosario (TPR) –según las últimas cifras que ofrece en su web–. El puerto movilizó en el primer semestre del año pasado 12.898 contenedores llenos y 7.562 vacíos.

Desde la naviera prefirieron no hacer comentarios frente a los llamados de este diario y sólo respondieron que la decisión “es un cambio de modalidad” y que “ya lo estamos explicando a nuestros clientes”.

MSC les envió una carta a sus clientes en la cual no explica la decisión de no “subir” más hasta Rosario. Pero, según el portal PuntoBiz, la decisión se tomó por un incremento en los costos del transporte marítimo internacional a lo que se le suma la decisión local de frenar las importaciones. Además, en uno de sus últimos viajes a Rosario la empresa tuvo que asumir pérdidas millonarias porque durante 10 días un buque quedó varado y cerró el canal en la hidrovía.

En la explicación a sus clientes la empresa les aclaró que se retira de Rosario pero que seguirá operando en Zárate. De esta manera, los contenedores se pueden bajar por barcaza o por camión a este puerto de la provincia de Buenos Aires, pero incrementaría significativamente el costo.

Pero MSC no es la única naviera que enfrenta problemas.

Marcos Hansen es el titular de la naviera Maersk en la Argentina y afirmó a El Cronista que “notamos una caída considerable en los volúmenes de las reservas”. “Estamos esperando que el nuevo mecanismo se vaya acomodando y vuelva el ritmo de operaciones de finales de enero”, agregó.

Respecto de un cambio de rutas como lo que realizó MSC, Hansen dijo que “no vamos a hacer cambios inmediatos hasta que revaluar los flujos”, pero reconoció que el golpe de esta primera semana fue importante y que las importaciones “dentro de nuestros negocios representa el 50% del volumen”.

Un dato que parece que fue pasado por alto a la hora de pensar en las restricciones es que una merma en la llegada de bienes a la Argentina repercutirá directamente en una caída en el stock de contenedores vacíos para exportar.

“Esto va a afectar el flujo y, eventualmente, puede requerir contenedores vacíos para cubrir la demanda”, explicó Hansen. Sin embargo, que una naviera transporte “aire”–contenedores vacíos– implicará un sobrecosto que el mercado debería absorber. Tal situación es algo que el secretario Guillermo Moreno no previó y podría complicar la búsqueda de los dólares exportadores. De todas formas, el titular de Maersk en la Argentina se mostró optimista al asegurar que “hoy todo el mundo se está acomodando, hay que darle tiempo a la norma”.