Wanda Nara habló de su salud: “Vivo la vida como si fuera el último día”
La conductora habló sobre su trabajo en Italia, su relación con Mauro Icardi, su sucesora en los medios y su enfermedad.
Wanda Nara se encuentra participando del reality Bailando con las estrellas en Italia y sorprendió al público al mostrarse muy emocionada durante su debut al revelar que lo hace para demostrarle a sus hijos que está bien. Durante una entrevista con ¡HOLA!, la mediática habló de este nuevo desafío, de su enfermedad y hasta se animó a nombrar a quien será su sucesora.
“Mis hijos están orgullosos de lo que estoy haciendo. Hoy las chicas miraron mi ensayo por Facetime y se mataban de risa. Los varones también están supercontentos. Yo siempre digo que el mejor ejemplo que una mamá les puede dar a sus hijos es el del trabajo”, aseguró la empresaria al hablar sobre su paso por el certamen de baile.
Ella es madre de cinco hijos y ve en la más chica, Isabella, a su sucesora: “Es un poco como yo. No sé si nació talentosa, pero tiene algo. La ves y tiene luz, llama la atención. A ella no le importa, ella se arriesga. Lo haga bien o mal, si lo siente, lo hace”.
Sobre su relación con Mauro Icardi, que tuvo varias crisis en los últimos meses, dijo que están bien, aunque a veces se vuelve difícil de sostener: “A Mauro lo conozco hace doce años. Es un montón de tiempo y es una relación que hoy en día es muy difícil de sostener, sobre todo por nuestros trabajos. Lo que yo siempre valoro y priorizo es que, a pesar de un montón de situaciones, siempre nos elegimos y elegimos nuestra familia y el proyecto que tenemos. Priorizo sobre todo el corazón que tiene Mauro y lo buena persona que es”.
Wanda dijo que quienes más la critican son las mujeres: “Me duele la mirada malintencionada de las mujeres. Deberíamos ser más empáticas entre nosotras. Si me muestro con los pocitos de la celulitis, me critican y si me pongo filtros, también”.
Luego de preguntaron si se arrepentía del “Te cargaste a otra familia” dirigido a la China Suárez y ella respondió que “no”: “En ese momento sentí que era así. Dejaría de ser auténtica si te dijera que me arrepiento. Pero también es cierto que nadie se carga la familia de nadie”.
Por último, la mediática habló sobre su salud: “Me hubiera gustado contar a mí lo de mi enfermedad, pero bueno, no fue así. Estoy bien. Todas las semanas tengo monitoreo y eso se envía a Argentina donde está mi médico, el doctor Miguel Pavlovsky, de Fundaleu. Además, estoy haciendo un tratamiento que, depende de cómo vaya evolucionando la enfermedad, se va cambiando. Es todo una incertidumbre y cada semana que voy a recibir los resultados, se me corta el aire. Es un tema delicado y por eso hubiera preferido que quedara en la intimidad, pero lo entiendo. Decidí no hacerle juicio a Jorge Lanata. Es periodista y si le llegó la información, lo tuvo que hacer”.
“Yo soy una persona humilde. El que me conoce realmente sabe. Puedo subir fotos divinas, con marcas carísimas, pero nunca dejé de ser esa chica en zapatillas que arrancó hace años. Creo que la enfermedad me acercó mucho más a mis valores, a entender que lo que realmente importa son las personas que tenemos cerca y los momentos que vivís con ellos. Todo lo demás se vuela o se termina, te morís y se queda acá. Siempre viví la vida como si fuera el último día y ¡ahora mucho más! Trato de tener calidad de tiempo con las personas. Yo soy como mi propia empresa, manejo un montón de cosas, lo mío, lo de Mauro, y me cuesta un montón desconectarme, pero ahora si estoy con alguien, quiero estar ahí, en ese instante. Ahora estoy en un hotel 5 estrellas y hago fotitos para Instagram… Todo eso está divino y lo entiendo porque es parte de mi trabajo, pero en mi interior, la realidad es otra”, explicó.
“Me emociona mucho la fuerza con la que me levanto a pesar de cualquier dificultad que me plantea la vida, la manera con la que miro todo hoy y la forma con la que voy para adelante, sea como sea. Sé que de mí dependen un montón de otras cosas. Lo viví este tiempo que estuve mal y vi cómo la gente que me quiere se caía arriba de mí, como en un efecto dominó. Sentí que si yo me paraba, todas esas piezas de dominó iban a pararse”, concluyó.